La Guardia Indígena del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, ha hecho presencia en la ciudad de Cali, una de las más golpeadas por los abusos de la Fuerza Pública en el marco del paro nacional.
En solo pocos días de encontrarse en el Valle del Cauca, han logrado la protección de los jóvenes manifestantes, han retenido a hombres armados que confesaron ser policías infiltrados por órdenes de superiores y han recopilado evidencia de violación a los derechos humanos.
La incansable labor de la Minga
Varios de los voceros del CRIC aseguraron representar y defender al pueblo y a los territorios de los colombianos.
Han permanecido en los barrios más peligrosos de Cali, que hoy son escenario de asesinatos, torturas, violaciones y agresiones por parte de la Fuerza Pública.
Varios videos han sido grabados en los cuales puede verse a hombres armados, encapuchados y con chalecos antibalas que disparan contra los indígenas.
Sin embargo, la Guardia los persigue aún siendo blanco de sus armas de fuego.
La Minga se queda en Cali y Colombia los apoya
Hoy en redes, el apoyo de los colombianos a la guardia, la minga y los pueblos indígenas en general parece haber incrementado.
La población se ha sentido protegida por estos héroes que no solo defienden, sino que también, de forma pacífica, han confrontado a sus atacantes y han denunciado, con pruebas claras, el abuso que se comete en las calles de Cali en contra de los manifestantes.
En varias oportunidades se han proclamado protectores de la protesta pacífica y han actuado de forma coherente con sus valores.
Los indígenas han ganado el respeto y la admiración del pueblo colombiano, y muchos aseguran sentirse más seguros con la Minga que con la Fuerza Pública.
Por su parte, la Minga Indígena señaló que permanecerá instalada en Cali y que ese será su epicentro para apoyar el paro nacional y defender los derechos humanos.
