Se conoció que el representante legal de ASOGAN Carlos Luque Barriga le entregó al expresidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Andrés Alberto Ávila Ávila, un contrato por dos bienes inmuebles.
En el contrato se establece que ASOGAN debía administrar dos zonas de ganado provenientes del narcotráfico.
La administración de la zona 1 fue establecida por un valor de $2955 millones de pesos y, la zona 3 tenía un valor de $542 millones de pesos.
El contrato tenía como objetivo: “Contratar la prestación de los servicios de transporte, operación logística necesaria para la recepción, custodia, manutención, cuidado, marcaje, sostenimiento, pesaje y gestiones de intermediación comercial de los semovientes que le sean asignados y ejercer la administración de los inmuebles en los cuales se ubican estos”.
Cabe resaltar que Carlos Luque Barriga es la cabeza de la Asociación de Ganaderos de Puerto López, en Meta y como José Felix Laufaure, llevan largos periodos en la junta de FEDEGÁN.
Al parecer, Carlos Luque Barriga fue procesado por los “delitos de destrucción, suspensión y ocultamiento de documento público en concurso homogéneo y heterogéneo con falsedad material de particular en documento público agravada por el uso y usurpación de tierras”.
Una tutela muestra que se trató de un predio del Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social (INURBE), por el que el Tribunal Superior de Bogotá le ordenó a Luque pagar civilmente $7458 millones.
Sin embargo, todo parece indicar que el caso civil y penal quedaron prescritos sin fallo de fondo. Ante tal prontuario, cabe preguntarse ¿Por qué el expresidente de la SAE le dio millonario contrato a Carlos Luque?
No es la primera vez que un sector del gremio ganadero se ve involucrado en un escándalo.
En reiteradas ocasiones, diversas fuentes han señalado que FEDEGAN financió grupos paramilitares, participó en el asesinato y desplazamiento masivo de miles de campesinos de la zona de Córdoba y Urabá.
