El exlíder paramilitar desmovilizado Salvatore Mancuso, quien lleva años privado de la libertad en una cárcel de Estados Unidos, ha utilizado su tiempo en prisión para denunciar los nexos del Estado colombiano con el paramilitarismo.
En sus últimas declaraciones, reveló que el asesinato del abogado y humorista Jaime Garzón habría sido ordenado por el Estado por la estigmatización de los opositores.
Las revelaciones de Mancuso
El jefe paramilitar Salvatore Mancuso ha hecho múltiples denuncias relacionadas con el papel del Estado en varios de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
Según sus declaraciones, Colombia necesita conocer la verdad para que exista la verdadera reparación a las víctimas y para que los responsables paguen por su participación en el asesinato de inocentes.
“(…) el mismo Estado Colombiano es juez y parte y obviamente no desea que se conozcan y trasciendan las verdades para poder eludir su responsabilidad en el conflicto, además solo participamos nosotros, un solo actor del conflicto armado.”
Expresó Mancuso en una carta dirigida a la Comisión de la Verdad.
Además, Mancuso ha denunciado la existencia de la parapolítica en Colombia y los nexos de muchos poderosos de la política colombiana con los grupos paramilitares y la participación en su creación y financiación.
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Estigmatización del Estado para silenciar opositores
En sus últimas revelaciones, el exjefe paramilitar dio una importante declaración acerca de las labores de estigmatización del Estado en que se entregaban listas de todos aquellos a quienes vinculaban, de forma irresponsable y sin fundamentos, con las guerrillas, por conveniencia de altos funcionarios del Estado, el Gobierno y la Policía.
Al mejor estilo de una cacería de brujas, les entregaban listas con nombres y fotografías de las personas a quienes debían desaparecer, argumentando algún vínculo guerrillero.
Asesinato de Jaime Garzón y Kimy Pernía Domicó
Tal fue el caso del humorista Jaime Garzón, quien se convirtió en uno de los más fuertes críticos y opositores del Estado y del gobierno colombiano de turno, y también ocurrió con el líder indígena Embera, Kimy Pernía Domicó.
Así lo declaró Salvatore Mancuso frente al Tribunal de Justicia y Paz.
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