Las dulces palabras de Adriana Lucía para su hermana Martina La Peligrosa

Martina la Peligrosa y su hermana Adriana Lucía.
Martina la Peligrosa y su hermana Adriana Lucía.

La cantante Adriana Lucía y su hermana Martina La Peligrosa protagonizan el amor dentro del seno de una familia, la compresión y las ganas de ser feliz con las metas cumplidas de las otras personas.

Estas son las palabras que Adriana Lucía le dedicó a su hermana Martina

Martina la Peligrosa y Adriana Lucía
Martina la Peligrosa y Adriana Lucía.

Teníamos dos camas iguales, separadas por una mesita de noche; un tocador con un espejo en un costado y un “muñequero” en el otro; yo no sé si en otras familias le llamen muñequero a esos estantes llenos de repisas para llenarlos de cosas: ganchos, perfumes, aretes, libros y por supuesto muñecos.

Yo quería dibujar en una pared un sol que por esa época andaba de moda; realmente era una especie de yin yang pero mitad sol y mitad luna y ponerle unas lucecitas tenues.

Ella, quería una pared llena de grafitis o frases, imagínense UN GRAFITI EN UN CUARTO. Entonces todos los días intentábamos ponernos de acuerdo en cómo sería la elección de la decoración, pero nunca llegamos a ningún acuerdo, así que un día cada una tomó su pared e hizo lo que quiso y nuestro dulce y tierno cuarto de camas iguales y tocador romanticón, pasó a ser un desastre.

El sol y la luna se hicieron presente en una pared y en la otra escritos, grafitis y demás ¡ah! cabe anotar que cada pared intervenida tenía un color

Pasábamos largas horas en el cuarto; cantábamos, bailábamos, hablábamos hasta la madrugada o hasta que alguno de mis padres nos mandara a dormir y lanzara las frases más escuchada por esos tiempos: “¿ustedes qué tanto hablan?” “¡No se cansan de hablar!” ¡A dormir caramba!

Nunca dormimos cada una en su cama, nuca, siempre dormimos juntas en mi cama; nos sabíamos todas las canciones de radio tiempo; practicábamos las coreografías de las canciones favoritas; jamás nos pareció un despropósito las paredes antagónicas y multicolor o que durmiéramos apretadas en una cama individual si había dos; yo creo que siempre entendimos desde la intuición y desde el amor que no se trataba de pensar igual sino de caber en el mismo espacio así pensáramos diferente.