Según fue revelado por el diario El Tiempo, existe inconformismo al interior de la Policía Nacional debido a un proyecto ley que está siendo tramitado por el Congreso para aplicar una reforma a la Policía en materia de abuso de la fuerza.
El representante Inti Asprilla es el promotor de la iniciativa y busca que se regulen las facultades de la policía en la protesta social.
La Policía Nacional
Colombia es el único país de América Latina cuya Policía está bajo las órdenes del Ministerio de Defensa, lo que la convierte en una rama de las Fuerzas Militares.
En otros países, por el contrario, la Policía es de los civiles, para el pueblo, y pertenece al Ministerio del Interior.
Esta estructura estuvo justificada por los 50 años de conflicto interno armado del país con grupos guerrilleros. Tras la firma de los Acuerdos de Paz de La Habana y con su correcta implementación, la Policía podría migrar a un contexto más civil.
Sin embargo, también se hace necesaria la transformación de la Policía en materia de regulación del uso de la fuerza contra manifestantes.
Abuso de la fuerza
Desde el año 2019, Colombia ha venido viviendo un momento sumamente convulso por las violaciones a derechos humanos por parte de la Fuerza Pública.
La muerte de Dilan Cruz por un disparo de agentes del ESMAD mientras se manifestaba y la muerte de Alejandro Ordóñez por cuenta de uniformados de la policía, generaron el rechazo masivo por parte de los colombianos hacia la Fuerza Pública.
Muchos, incluso, aseguraron no confiar en la policía y que era necesaria una reforma en materia de derechos humanos.
La reforma
Los recientes hechos en el marco del paro nacional indefinido, en que por lo menos tres decenas de manifestantes han perdido la vida, otros cientos han desaparecido, y se han denunciado torturas y violaciones sexuales parecen justificar una reforma.
La reforma tiene como principal objetivo la prohibición de maniobras de estrangulamiento y el uso de escopetas calibre 12.
El rechazo de la Policía
No obstante, el general Jorge Luis Vargas, director general de la Policía, rechazó la iniciativa en una misiva enviada a El Tiempo, destacando que tanto las maniobras de estrangulamiento como el uso de esas armas son necesarios para defender la vida en el momento en que se enfrenten a agresiones y violencia.