Una bacteria carnívora rara y mortal, identificada como Vibrio vulnificus, se ha cobrado la vida de ocho personas a lo largo de la costa este de los EE.UU. ¡Tenga cuidado cuando coma sushi!
Con cinco muertes reportadas en Florida y tres en lugares que incluyen Long Island, Nueva York y Connecticut, las autoridades piden precaución al nadar en el océano y consumir mariscos.
La bacteria vibrio vulnificus ha generado preocupación entre los funcionarios de salud, particularmente para aquellos con heridas abiertas, ya que el contacto directo con el agua de mar podría provocar una infección.
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La bacteria se encuentra en el mar y en animales crudos de mar
Se cree que dos víctimas de Connecticut contrajeron la bacteria mientras nadaban en Long Island Sound, un estuario de marea del Océano Atlántico. Otro individuo se enfermó después de consumir ostras crudas en un establecimiento fuera del estado, lo que provocó investigaciones sobre la fuente de contaminación.
Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York, enfatizó la gravedad de la situación y comentó: «Aunque es raro, la bacteria vibrio desafortunadamente llegó a esta región y puede ser extraordinariamente peligrosa». Instó a los residentes a permanecer alerta, protegiéndose a sí mismos y a sus seres queridos de los riesgos potenciales.
Florida ha sido testigo del mayor número de muertes, con cinco muertes ocurriendo en el área de Tampa Bay. El estado ha registrado 26 casos de infecciones por vibrio vulnificus desde principios de año, una cifra que sigue un patrón de aumento de infecciones en los últimos años.
En 2022, Florida reportó 74 casos y 17 muertes relacionadas con esta bacteria, que los expertos atribuyeron en parte a los niveles elevados de bacterias tras las secuelas del huracán Ian.
Si bien las infecciones por Vibrio vulnificus son relativamente raras, pueden ser graves y causar síntomas gastrointestinales como fiebre, escalofríos y vómitos.
La bacteria también está asociada con la fascitis necrotizante, una infección bacteriana que progresa rápidamente y que puede resultar en amputaciones de extremidades y muertes, particularmente entre personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
El aumento de infecciones en las últimas décadas, incluido un aumento espectacular de ocho veces entre 1998 y 2018 en los EE. UU., se ha relacionado con los efectos del cambio climático.
El calentamiento de las aguas costeras donde reside la bacteria ha llevado a una propagación hacia el norte, extendiendo las infecciones a nuevas regiones.
