Inti Asprilla denunció en sus redes unas fotografías que dan fe de cómo muchos políticos afines al uribismo celebraban y festejaban en clubes exclusivos, mientras que la población indemne sufría el encerramiento por la zozobra de un paro armado que amenazaba sus vidas. Elizabeth Loaiza y Andrés Escobar, los uribistas que se escondieron en el paro armado.
“Mientras el pueblo pasaba la zozobra del paro armado algunos políticos indolentes celebraban fiestas en clubes exclusivos”, afirmó Inti Asprilla, sobre fotografías que aún le siguen llegando como denuncia de la indolencia de estos políticos.
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El senador electo hace mención de políticos que aparecen en las fotografías del departamento de Córdoba como: David Barguil, Wadith Manzur, Erasmo Zuleta, Saray Robayo Bechara y Fabio Amín.
Los críticos del gobierno de Duque se han encargado de mostrar cómo las caravanas del expresidente Álvaro Uribe, lo mismo que las caravanas del candidato Federico Gutiérrez, se han estado movilizando por estas zonas afectadas por el paro armado.
Han criticado también la ausencia de la Fuerza Pública en la mayoría de estas zonas, donde la población civil está sufriendo las amenazas y el encerramiento por el miedo a salir y exponer sus vidas en manos de los delincuentes.
Mientras que, en pleno corazón de Córdoba se celebra la XXI Feria Equina Copa Caribe y muchos ganaderos se movilizan sin ningún problema por las carreteras de esta zona, sin dificultades, porque van acompañados por la Fuerza Pública para garantizar su movilidad.
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Los ciudadanos se indignan porque cada vez es más notoria la diferencia de clases en Colombia, donde la clase privilegiada del país cuenta con la protección del Estado, sólo por su condición, mientras que a los menos favorecidos se les niegan sus derechos.
Llama la atención cómo personajes como David Barguil, quien aspiraba a ser presidente por el Partido Conservador colombiano, da a conocer su cinismo e indolencia con el pueblo que sufre en carne propia las consecuencias del paro armado, mientras que él y sus amigos celebran, ajenos a lo que pasa en su entorno.
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