Luego de las sugerencias del uribismo para que se declarara conmoción interior en el país con el argumento de que el gobierno nacional recupere el control de la situación, es ahora Germán Vargas Lleras quien lo solicita.
El excandidato presidencial, que se mostró en contra de la reforma tributaria, pero impulsó la reforma a la salud, pide a la Presidencia que no se tolere la violencia de los manifestantes.
La columna de opinión
Germán Vargas Lleras, quien fue candidato presidencial de las pasadas elecciones por el partido Cambio Radical, escribió una columna de opinión para el diario El Tiempo titulada “Anuncios y resultados”.
A lo largo del documento, Vargas Lleras asegura representar lo que el país demanda de su gobierno, y pretende hacer algunas recomendaciones a Iván Duque con respecto a la coyuntura social, económica y política que vive Colombia.
Celebra que el primer mandatario haya resuelto levantar los bloqueos en el territorio con el fortalecimiento de la militarización de las ciudades y que se pretenda restablecer la movilidad.
Pero también asegura que hay que ser cuidadosos en que, en medio de los diálogos, que reconoce deben llevarse a cabo, los desmanes de los vándalos no interfieran ni vulneren los derechos del restante de nuestra población.
Pide estado de conmoción
Dentro de la serie de recomendaciones que pueden leerse en la columna, el expresidente recomienda que se considere la declaratoria de un estado de conmoción que le permita al gobierno recuperar el control al interior del país.
Esto es lo que expresó Vargas:
“…el Gobierno debería contemplar la declaratoria del estado de conmoción interior, medida que lo habilitaría temporalmente para controlar la circulación de vehículos, limitar el acceso o salida de determinados territorios, establecer toques de queda e inclusive suspender alcaldes y gobernadores.”
La recomendación ha llamado a la crítica de los colombianos que condenan los intereses particulares que podría ocultar el excandidato a través de una clara solicitud de impedir la protesta social en un país democrático.
La columna puede leerse en este enlace.