Un ciudadano denunció la discriminación política de la que fue víctima un amigo suyo, en la ciudad de Bucaramanga, a quien se le canceló un contrato tras haber manifestado su apoyo al precandidato a la presidencia y líder de oposición, Gustavo Petro, en sus redes sociales. Ya han sido varias las denuncias por este tipo de censura relacionada con posturas políticas.
“Le cancelaron el contrato a un amigo en Bucaramanga porque manifestó en twitter que apoyaba a Gustavo Petro es increíble que la juventud de este país sea esclava de politiquería solo porque piensa distinto. Si alguien sabe de ofertas laborales para abogados en Santander informarme”, señaló quien se identificó como amigo del hombre despedido.
- Sin apoyo del alcalde ni gobernador, ministro lidera asamblea por crisis en la Universidad de Antioquia
- La Corte Suprema confirma condenas a exfuncionarios por el escándalo de Yidispolítica
- Petro le recordó al exfiscal Francisco Barbosa su encubrimiento en Odebrecht
El ciudadano lamenta que los jóvenes tengan que sufrir de persecución politiquera, sólo por pensar distinto a los demás, convirtiéndose en esclavos de la politiquería para poder acceder a una oportunidad laboral, de las pocas que existen en Colombia.
Esta esclavitud se refiere a las prácticas corruptas que usan los grupos políticos, para asegurar los votos de sus candidatos, beneficiando sólo a los que comulgan con sus posturas políticas, negando la posibilidad a todo aquel que muestre una posición contraria a los que ostentan el poder de contratar.
Le interesa: Denuncian politiquería para feriar puestos en el Banco de la República
El estallido social ocurrido en Colombia en el 2021, cuyos protagonistas fueron mayormente jóvenes, evidenció que la población está cansada de la politiquería que reina en el país, comenzando desde el gobierno nacional y que se transmite en todas las esferas del poder regional y local.
Esta denuncia da cuenta de que en Colombia no se respeta el derecho a la libre expresión y que, incluso, se está censurando a las personas, negando su derecho a trabajar, solamente por hacer evidentes sus preferencias políticas o sus posturas ideológicas, cuando estas van en oposición a las que profesan los empleadores.
Un hecho condenable que debe ser rechazado de manera masiva, independientemente de la corriente política del afectado.
Lea también: Denuncian valla en Cartagena en que solo permiten publicidad política de derecha