Barranquilla sufre hambre, pero Duque apoya ‘el sueño’ de la Fórmula 1

El supuesto sueño de la Fórmula 1 en Barranquilla
El supuesto sueño de la Fórmula 1 en Barranquilla.

Durante el desarrollo del Taller Construyendo País, realizado en Repelón, Atlántico; el gobierno nacional en cabeza del presidente Iván Duque, se comprometió apoyar la construcción de un circuito para carreras de la Fórmula 1 en la capital del departamento del Atlántico, Barranquilla.

“Te pregunto Iván si ¿no deberías acompañarnos en el sueño que Barranquilla sea una ciudad sin hambre?”, trinó el precandidato de la Colombia humana, de la coalición el Pacto Histórico, Gustavo Petro en sus redes, en respuesta al proyecto de la Fórmula 1, dando a entender que hay asuntos más importantes.

IVán Duque
Iván Duque, presidente Colombia.

Durante el evento, el alcalde de la ciudad de Barranquilla, Jaime Alberto Pumarejo Heins, expuso ante el mandatario nacional “el sueño de Barranquilla” de construir un circuito de la máxima categoría del automovilismo mundial.

Según el burgomaestre de la ciudad, este proyecto traería un gran desarrollo y generación de empleo por la cantidad de turistas que disfrutan de este evento, lo que duplicaría en los tres días de duración del evento, la cantidad de visitantes internacionales en la ciudad.

De darse la concreción de este “sueño” para la ciudad, se tendría que invertir en un contrato a 10 años la suma de 40 millones de dólares por cada evento; lo que para algunos no sería rentable para la ciudad porque la inversión es demasiado alta.

Es sabido que gran cantidad de estos ingresos se invertirían en vallas, la venta de la televisión, entre otros renglones importantes para llevar a cabo el evento y garantizar su éxito.

Algunos han criticado esta iniciativa apoyada por el gobierno nacional, dadas las muchas necesidades de inversión que necesita la región caribe; por la pobreza que se detecta en la población de Departamentos como la Guajira, El Atlántico y Bolívar.

Históricamente la Región Caribe ha sido una de las regiones del país que no solo han sufrido los más altos niveles de pobreza, sino también las peores consecuencias de la violencia y la corrupción; y es poco lo que sus representantes a nivel nacional han hecho para revertir esta condición.