A esposa del fiscal Gabriel Jaimes que liberó a Uribe le dieron un millonario puesto en la Defensoría del Pueblo

Tu me ayudas, yo te ayudo
Tu me ayudas, yo te ayudo.

La Defensoría del Pueblo no ha parado de repartir la mermelada. Así lo confirma el caso de Rubby Durán Maldonado, nombrada Directora Nacional de Recursos y Acciones Judiciales y, esposa del fiscal Gabriel Jaimes, quien solicitó archivar el caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Recordemos que al fiscal Gabriel le entregaron el caso de Uribe, investigado por la presunta manipulación de testigos; a pesar de los antecedentes de cercanía con Ordóñez y este a su vez con el procesado Álvaro Uribe.

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Rubby Duran, la esposa de Gabriel Jaimes recibió su recompensa.
Rubby Duran, la esposa de Gabriel Jaimes recibió su recompensa.

A su vez, casi un tercio de los directivos nacionales viene de trabajar en el Gobierno del presidente Iván Duque como es el caso de Alberto José Valcarcel, Jefe Oficina de Planeación, quien también es cuñado del Fiscal General, Francisco Barbosa.

Una manera de devolver favores políticos a los partidos que lo apoyaron desde el principio es nombrar directivos. Es el caso de Diana Margarita Silva, Defensora Delegada para la Política Criminal y Penitenciaria, la cual hace parte del Centro Democrático y es la mano derecha de Rafael Nieto.

La Defensoría del Pueblo sabe cómo agradecer a los políticos

Entre los 38 directos que ha nombrado Carlos Camargo desde que se posesionó como el Defensor del Pueblo, por lo menos 26 tienen vínculos con alguno de los partidos que lo apoyaron en su campaña.

Ha sabido devolver bien los favores y los votos que lo eligieron en el Congreso, al punto de crear nuevas direcciones en las que podrá redistribuir personal y poner a más gente cercana, además de nombrar a personas allegadas a cargos vitales.

La cercanía de Camargo con el uribismo es vieja, no viene de la amistad que existe con el presidente Duque, pues en 2014 el hoy defensor fue magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE), como resultado de una alianza entre los conservadores y el Centro Democrático.

En pocas palabras, Carlos Camargo es la voz del gobierno en la Defensoría, esto anula su independencia y pone en jaque la democracia. A esto se le suma que no cuenta con la experiencia para ejercer un rol en la defensa de los Derechos Humanos.