El presidente de Colombia, Iván Duque, pronunció ante la ONU un discurso que resaltaba la necesidad de los países de proteger los recursos naturales tras la contingencia por Covid-19 y reiteró el compromiso de Colombia con la paz y la reconciliación.
Lo que muchos han criticado, es el carácter contradictorio de su discurso, que se opone a muchas de sus políticas y decisiones durante sus dos años de Gobierno.
Promesas de Gobierno y discurso aplaudido
Durante su periodo de campaña, Duque señaló el enfoque de su Gobierno en la inversión en energías renovables y la descentralización de una economía extractivista.
Además destacó la importancia de la conservación de los recursos hídricos del país y su protección.
En su discurso ante la ONU, el presidente extendió una invitación a los países para que protegieran en equilibrio que existe entre la salud humana y la salud de los ecosistemas.
Resaltó el trabajo que Colombia ha venido desarrollando en materia ambiental, con la reducción de las emisiones de CO2 al ambiente, la protección de los bosques, los océanos y los páramos, además de la fuerte batalla contra la deforestación de la Amazonía.
Realidad en Colombia
Sin embargo, contrario a ello, durante el tiempo que ha transcurrido de su periodo de Gobierno, el Plan Nacional de Desarrollo estableció una disminución de regalías para el sector minero y el avance de planes piloto de fracking en el territorio nacional.
Además, se han aprobado numerosos proyectos de megaminería en Salento-Quindío y en el páramo de Santurbán, pese a la oposición de las poblaciones y los activistas ambientales.
Otros proyectos, pretenden adelantarse en áreas protegidas como el Puerto de Tribugá, en Nuquí, Chocó.
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Por otra parte, puede verse cómo el Presupuesto Nacional para el 2021 divulgado por el Ministerio de Hacienda contempla un incremento significativo en los recursos dedicados a la minería contrastado con el sector de la agricultura.
Y la reactivación de la economía planteada por el Gobierno, se basa en mayor inversión al sector de hidrocarburos, lo que iría en clara oposición con lo proclamado en su discurso ante la ONU.
Los colombianos también recordaron lo que han llamado «poca voluntad política» por parte del Gobierno Duque para la implementación de los acuerdos de paz de la Habana con las FARC y la reactivación del paramilitarismo y las masacres que poca atención han merecido del primer mandatario.
