Iván Duque, el joven depredador ambiental que no piensa en las futuras generaciones

Iván Duque el joven depredador ambiental
Iván Duque ha hecho todo lo contrario a lo prometido en Campaña en materia ambiental.

Iván Duque, durante su periodo de Campaña, anunció fuertes políticas ambientales que implementaría en su futura presidencia. Sin embargo, su tiempo en la Casa de Nariño parece contradecir su discurso y haberlo convertido en un depredador ambiental.

¿Dónde está el futuro?

Tras ser el presidente más joven en la reciente historia de Colombia, se proclamaba que sería un presidente que gobernaría para los jóvenes.

Que habría mayor atención para la educación y que procuraría un mandato con visión a futuro garantizando un país con oportunidades y recursos naturales para las nuevas generaciones.

No obstante, en su periodo de presidencia ya son muchas las decisiones que se oponen a esa creencia y que han develado la postura del mandatario respecto a la economía y ponen en duda su responsabilidad ambiental.

Propuestas ambientales de Iván Duque en periodo de Campaña

  • Sistema tributario que estimule la inversión en energías renovables y la descarbonización del parque automotor colombiano.
  • NO al fracking.
  • Plan de Ordenamiento Territorial y  estrategias de negocio y desarrollo sostenibles para el 50% de las comunidades.
  • Determinar el concepto de crimen ambiental y potenciar sistemas de monitoreo y control para afrontar la deforestación en Colombia.
  • Protección de los recursos hídricos como prioridad. Creación de un despacho especializado en el Ministerio de Ambiente para ejercer Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas.
  • Impulsar la transición energética a energías renovables, fomento de una estructura productiva circular, potencialización de industrias creativas y culturales.

Realidades ambientales en la era presidencial de Duque

  • Propuesta de reactivación económica mediante actividades extractivistas.
  • Mayor inversión en el sector de hidrocarburos y minería. Mayor presupuesto para el Ministerio de Minas y Energía en el año 2021 en contraste con el establecido para el Ministerio de Agricultura.
  • Reducción de regalías para el sector minero contempladas en el Plan Nacional de Desarrollo.
  • Avance de proyectos pilotos de fracking en el Plan Nacional de Desarrollo que aún continúan firmes y en análisis en el Consejo de Estado.
  • Megaproyecto del Puerto de Tribugá en Nuquí, Chocó, que expropiaría tierras a las comunidades y perjudicaría más de 114 hectáreas de áreas protegidas.
  • Deforestación salvaje en bosques de la Amazonía colombiana. Durante el primer trimestre del año, y en plena pandemia, la quema de las tierras en la Amazonía superó las cifras de todo el año 2019.
  • Aprobado Proyecto de Minería a gran escala en Salento, Quindió, favorecido por la Gobernación y el Tribunal Administrativo del Departamento. Esto, por encima del Consejo municipal que lo había prohibido en el 2019.
  • Aprobado Proyecto de Minesa de Megaminería en el Páramo de Santurbán, que afectaría el valioso recurso hídrico y la fauna y flora de la zona.

Todo esto ha encendido las alarmas de ambientalistas y activistas que aseguran que los países desarrollados avanzan en la transición a energías renovables, que reemplazan el carbón, que procuran emisión 0 de CO2.

Colombia parece ir en retroceso, dando protagonismo a la industria de los combustibles fósiles antes que diversificar la economía.

Líderes ambientales ya preven un panorama desesperanzador para el futuro ambiental de Colombia y el futuro de las nuevas generaciones.