La Contraloría General de la Nación investigó la compra de un avión de la Policía por $12 millones de dólares. La entidad considera que se pagó un precio muy alto por una aeronave que no se necesitaba.
La Policía adquirió un avión ejecutivo tipo jet marca Embraer Legacy 600, el cual tendría varios inconvenientes: sobrecosto, no cumplía con las características requeridas y fue comprado a un vendedor sin experiencia, ya que tienen como actividad principal la construcción de otras obras de ingeniería civil.
Jet de lujo para la Policía
El jet de lujo usado, no habría respondido a la necesidad que planteó la Policía: capacidad para al menos 44 pasajeros, con el objetivo de transportar tropas y equipos y aumentar la capacidad de patrullaje aéreo. Sin embargo, el avión apenas puede transportar a 14 personas.
Luis Eduardo Parra, contralor delegado para la Defensa y Seguridad de la Contraloría General de la Nación, aseguró:
“Esto golpea sensiblemente el presupuesto de la Policía, porque el presupuesto global era de $200 mil millones de pesos y esta compra significa algo más de $58 mil millones. Es decir, con un solo avión terminaron gastando el 41% del presupuesto que se había planteado para tres aviones que iban a transportar 44 pasajeros cada uno”.
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Para el organismo de control la compra del avión se trata de un detrimento patrimonial: “Toda vez que se priorizó la compra de un avión con unas características que no satisfacen el interés social perseguido, que era la ampliación de la capacidad operativa de la Policía Nacional”.
La Contraloría también cuestionó el hecho de que se pactara un porcentaje del 3 % del ICA, sobre el valor del convenio, por concepto de recuperación de costos. Esto significó pagar $7.140 millones de pesos más, lo cual no era necesario.
Otro elemento llamativo de la investigación realizada por la Contraloría es que la Policía habría recibido la oferta de otros dos aviones de la misma referencia con un modelo más reciente, menos horas de vuelo y mejor precio.
El ganador del contrato para la adquisición del avión es el Consorcio Aeronaves PNC, conformado por las empresas Rio Sur, Construcción Empresa y Proyecciones para el Desarrollo y Ingeambicol.
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A pesar de las declaraciones de la Contraloría, se pudo conocer que la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC) y la Policía le entregaron la información a la entidad, por lo que es válido preguntarse ¿Por qué no había hecho nada?
Cabe resaltar que la adquisición del avión estaba contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno del expresidente Iván Duque.
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