Guillén compartió supuesta valla en Perú que dice “No queremos ser otra Colombia”

Somos la nueva Venezuela del continente.

Valla publicitaria en Perú
Valla en Perú.

El periodista colombiano Gonzalo Guillén compartió a través de su cuenta de Twitter la imagen de una supuesta valla publicitaria en Perú donde se utiliza a Colombia como ejemplo de lo que podrían llegar a ser si votan por Keiko Fujimori.

La valla publicitaria dice textualmente: “No queremos ser otra Colombia. No a Keiko”.

La nueva Venezuela

La imagen compartida por el periodista Guillén recuerda la estrategia del uribismo durante las pasadas elecciones presidenciales para generar temor en los votantes.

En ese momento, estalló la crisis del vecino país de Venezuela y los medios internacionales revelaban noticias del desempleo, el desabastecimiento, la pobreza y los crímenes perpetrados por el Estado contra la ciudadanía.

El resultado fue un éxodo masivo de venezolanos a distintos países de la región, incluyendo Colombia, y muchos de ellos fueron utilizados como estrategia para que los colombianos no votaran por cierto candidato.

Era fácil escuchar: “Si votan por Gustavo Petro nos volveremos como Venezuela”, junto al temido fenómeno del castrochavismo.

No quieren ser como Colombia

Hoy es Colombia la que se convierte en el referente de lo que otros países de América Latina no quieren ser, y es utilizada como estrategia política de ciertos sectores.

En Perú, para hacer frente a la campaña de Keiko Fujimori, candidata presidencial de Fuerza Popular e hija del expresidente Alberto Fujimori, supuestamente habrían utilizado el nombre de Colombia como estrategia para infundir miedo.

Colombia enfrenta hoy en día una de sus más profundas crisis a nivel social, económico y político. El paro nacional indefinido ya cuenta 15 días de manifestaciones y protesta social ininterrumpida.

La población que se moviliza rechaza las medidas del gobierno del actual presidente Duque y se han enfrentado a un abuso de la Fuerza Pública que ha resultado en asesinatos, desapariciones, torturas y violaciones.

Hoy, los mismos representantes del uribismo nos han convertido en la nueva Venezuela del continente.