La sobredosis de Xilacina y sus trágicas consecuencias no son nuevas en Estados Unidos, pero recientemente se han convertido en una preocupación crónica en las calles de Nueva York. Los datos del gobierno federal de Estados Unidos indican que una sobredosis de drogas se cobra una vida cada cinco minutos en el país.
Ahora la “droga zombi” carnívora está causando alarma en las calles de Estados Unidos, pudriendo literalmente los cuerpos de las personas, y los médicos y otros profesionales médicos parecen estar luchando para salvar eficazmente a la gente de los efectos desastrosos de la droga: la ‘xilacina‘.
La xilacina
La “droga zombie”, como se la conoce en Estados Unidos, es una droga que se utiliza como tranquilizante en vacas y caballos. Está inundando el país y la mayoría de las veces la gente lo obtiene por medios ilegales.
Los traficantes a menudo lo mezclan con otras drogas ilegales como el fentanilo y la heroína y venden el cóctel mortal a clientes potenciales.
Plantea un desafío importante para los expertos médicos, ya que ha eclipsado a otras drogas que ingresan al país por vías ilícitas. Esto complica mucho la situación y dificulta el tratamiento.
«El cuadro clínico se vuelve mucho más diabólico, mucho más difícil de seguir y muchas cosas pueden salir mal cuando se trata de tranquilidad», dijo a The New el Dr. Paolo Coppola, cofundador certificado de Victory Recovery Partners en Massapequa Park.
Las sobredosis de drogas que involucran xilazina son mucho más difíciles de tratar, dijo el Dr. Coppola, porque el milagroso medicamento para revertir las sobredosis de opioides, Narcan, no funciona con el sedante.
“Cuando un adicto consume una bola rápida de cocaína y heroína, podemos lidiar con eso sin problemas. Se invierte la heroína para que empiecen a respirar de nuevo y se espera a que se acabe la cocaína”, dijo.
«La xilazina no funciona de esa manera», continuó el médico. “Cuando llegan a la sala de emergencias, uno espera que se despierten cuando presionas el Narcan… pero de repente no funciona; no se están despertando”.
El Dr. Coppola explicó que la existencia de tranquilizantes lleva con frecuencia a los médicos a recurrir a medicamentos sustitutos como medio para estabilizar la presión arterial decreciente o el rápido descenso del ritmo cardíaco del paciente.
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