AstraZeneca-Oxford anuncia que requiere más estudios para su vacuna contra la Covid-19

Nuevo estudio en vacuna de AstraZeneca-Oxford
Admiten error en administración de la dosis.

La farmacéutica AstraZeneca que se encuentra junto a Oxford tratando de desarrollar una vacuna que permita prevenir el contagio por coronavirus y tratar a quienes han contraído el virus, anunció que requiere un análisis adicional debido a que se partió de un error en la forma de administrar las dosis.

Luego de que las farmacétucias Moderna y Pfizer revelaran al mundo una eficacia superior al 90% en sus vacunas, con condiciones de almacenamiento de congelamiento y ultrafío, AstraZeneca, reveló en los pasados días un informe preliminar en que se establece una eficacia del 70.4% en su vacuna.

Según la codirectora del Centro de Salud Global del Instituto de Graduados de Estudios Internacionales y de Desarrollo en Ginebra, Suerie Moon, esta sería la vacuna más asequible para países en desarrollo y con menores recursos.

Debido a que, a diferencia de las vacunas de Moderna y Pfizer, no posee tecnología de ARN mensajero, sino una tecnología más básica que la hace más económica y fácil de transportar y almacenar, ya que se espera que pueda mantenerse a temperatura de refrigerador.

No obstante, y pese a que los resultados de AstraZeneca no habían sido oficialmente publicados en revistas científicas, el director ejecutivo del laboratorio, Pascal Soriot, declaró que era necesario un estudio adicional para validar la eficacia encontrada.

Esto al determinarse que hubo diferencias en las dosis de la vacuna administradas a los voluntarios del estudio.

Según afirma, hay dudas sobre la vacuna gracias a que se había determinado que la mayor eficacia se daba al administrar media dosis, seguida de una dosis completa; no obstante, este análisis fue realizado sobre un número inferior de participantes.

Por ello los resultados han sido cuestionables y sobreestimados, haciéndose necesario confirmar la eficacia de la vacuna en un grupo estándar de estudio.

Finalmente, la Universidad de Oxford informó que, pese a partirse de un error, se harán nuevos estudios y aclaró que ya han sido establecidos los métodos que serán utilizados para medir la concentración de la vacuna que se suministrará a los pacientes.