Funcionarios del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos – INVIMA, sin los elementos de protección adecuados para hacer Inspección Vigilancia y Control, irrumpieron en una fábrica de queso artesanal y destruyeron toda la producción. ¿Están las multinacionales detrás de esta persecución? La casa de cambios que entrega bocadillos a sus clientes.
«Que triste ver como estos funcionarios del INVIMA llegaron al corregimiento de la Paz, zona productora de leche, dónde se hacen los mejores quesos. Sin orden alguna ingresan y dañan la producción…”, expresa Wilson Suaza, quien denunció en redes.
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«El dueño de la fábrica les pidió q por favor no dañaran el queso que permitieran que se lo dieran a la comunidad, se negaron, y procedieron a echarle clorox tanto a los quesos como a la leche que estaba lista para procesar…», agrega el denunciante.
La función importante que define la razón de la existencia del INVIMA, es la de regular por medio de inspección, vigilancia y control, la aplicación de normas sanitarias impuestas al producto y a la planta de procesamiento para proteger la salud del consumidor de alimentos y medicamentos.
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Para hacer realidad esta misión y haciendo justicia a los capitales invertidos en el procesamiento de alimentos y medicamentos, benéficos para los seres humanos, se hace necesario trabajar desde la prevención o el “antes de”, lo mismo que se hace necesario eliminar la corrupción, para que se mida a todos con el mismo rasero.
El video donde se denuncia un presunto atropello por parte de los funcionarios del INVIMA, ha causado indignación en muchos ciudadanos que se solidarizan con el empresario y su familia, calificando de un exceso el hecho de rociar con cloro, tanto el producto como la materia prima.
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Otros, que defienden la acción de los funcionarios del INVIMA, comentan que era necesario destruir el producto y la materia prima si el establecimiento no cumple con las normas mínimas de higiene para procesar este tipo de alimentos, para eliminar el riesgo de contaminación por bacterias a los consumidores.
Pero llama la atención que, así como los funcionarios del INVIMA exigen el cumplimiento de las normas para el procesamiento del queso para consumo humano, así ellos también están obligados a portar los elementos de protección adecuados para ejercer la inspección y el control que la ley les asigna.