Simón Borrero de Rappi inspira a una generación de emprendedores colombianos

Simón Borreo, CEO de Rappi
Simón Borreo, CEO de Rappi. Foto: Podcast MPF.

El cofundador de Rappi, Simón Borrero, se destapó en el Podcast de Mis Propias Finanzas. La multimillonaria empresa colombiana se convirtió en unicornio cuando superó los $1.000 millones de dólares en valorización.

Simón Borrero es el hombre detrás de Rappi y conocer sus pensamientos siempre es un placer inspirador para los emprendedores colombianos. Los nuevos millonarios colombianos están saliendo en redes sociales, situación que no ocurría en el pasado.

Simón Borrero, una promesa del empresariado colombiano

El caleñazo no tiene fórmula para el éxito, pero reconoce que nacer en una familia estable te genera seguridad a la hora de enfrentar problemas y desafíos de la vida.

El ayudar al hijo a tener confianza y eso si lo recuerdo, esa persona confiaba más en mí que lo que yo creía en mí y eso te da como fuercita, aunque suene un poco cliché”, afirmó Borrero.

La mezcla de disciplina con confianza puede funcionar según la experiencia del emprendedor colombiano.

Simón reconoce que no era lo suficiente bueno en las áreas donde trabajaba o estudiaba.

“Yo siempre le dado gracias a la vida de no haber sido excepcional en nada porque cuando uno es excepcional en algo como que no tiene que trabajar tanto, yo nunca era el mejor en nada,, entonces siempre tuve que trabajar en todo, entonces era una era un buen estudiante, era un buen amigo, me importaban los demás, entonces eso de pronto generaba algo de cariño de los demás”, acotó Simón Borrero.

Una de las claves de Simón era ser autocritico con sus acciones del día a día, siempre se cuestionaba para ser mejor cada día.

Borrero cree que el esfuerzo es importante para intentar nuevos desafíos, ya que intentar las cosas te permite tocar nuevas puertas.

El joven reconoció que era indisciplinado, en su colegio no entregaba algunas tareas y en la Universidad iba sin libretas. Pero, cuando inició con Rappi se dio cuenta que no bastaba solo con su talento.

Pagar la nómina de 200 empleados no era tan sencillo, entonces, él sabía que debía buscar capital y crecer en sus propias debilidades.

El joven estaba emocionado por construir cosas grandes, entonces, no fue a trabajar como la tradición lo indicaba a ‘Bancolombia’ y comenzó a construir su propio emprendimiento.

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