La marca de ropa infantil EPEKA (EPK) podrá reabrir sus tiendas tras la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de levantar las medidas cautelares que tenía en su contra.
Bridgewood Capital Inc. de Barbados presentó una demanda por usurpación en contra de la empresa de capital colombiano Akmios SAS, una de las compañías que opera la marca de ropa infantil EPK.
EPK regresa a Colombia
Tras seis años de disputa, la SIC decidió levantar las medidas cautelares que llevaron al cierre de todas las tiendas, por lo que la empresa podrá continuar con su plan de crecimiento.
En su momento, Samuel Tcherassi, propietario de Akmios SAS., aseguró que el fallo de la SIC es: “una decisión trascendental que reafirma el apoyo de la institucionalidad al talento y emprendimiento colombiano”.
El archivo del caso también demostró que no hay fundamentos para futuras acciones legales en contra del uso de la marca Epeka en Colombia. Cabe resaltar que la SIC también condenó a Bridgewood Capital Inc. a pagar los costos del proceso.
Tras este tortuoso proceso jurídico, Tcherassi reveló que ya están negociando con la banca y que las tiendas reabrirían en junio de este año, por lo que restablecerá su capacidad operativa.
Sin embargo, Samuel Tcherassi comentó durante una entrevista con la Revista Semana que: “Bridgewood es una empresa que no tiene nada. Sólo se dedica a tratar de conseguir plata mediante pleitos jurídicos. Nosotros los tenemos demandados por 35 millones de dólares en Estados Unidos, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York”.
EPK es una firma que cuenta con más de dos décadas en el mercado. Comprende ropa y accesorios para niños desde sus primeras etapas de vida hasta los 12 años de edad.
La empresa, que lleva 17 años en el mercado y genera 500 empleos directos, reabrirá todas sus tiendas a nivel nacional para seguir ofreciendo productos de calidad a sus clientes.
Por su parte, Tcherassi ha sido percibido como abiertamente petrista por su defensa a algunas propuestas del gobierno: “El presidente trae unas teorías progresistas que yo, como empresario, estoy dispuesto a entender y a tratar de vivir con ellas en estos cuatro años”.
A su vez, agregó que el jefe de Estado tiene unas ideas muy avanzadas, pero “tal vez cuatro años no van a ser suficientes para que las pueda socializar. Seguramente no todas esas ideas son malas. La polarización no permite a mucha gente discernir entre lo que realmente se podría rescatar y lo que merece crítica”.
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