Una mujer denunció que la oportunidad de vivir en el edificio Bacatá, el rascacielos más alto de Colombia, se ha convertido en una pesadilla por las deplorables condiciones en las que se encuentran los apartamentos. Edificio Downtown Bacatá (BD Bogotá) resultó siendo una estafa.
En entrevista con el noticiero Red+ Noticias, la diseñadora gráfica Gabriela Gómez, reveló que hace un año arrendó un apartamento en el piso 43 en el edificio BD de Bacatá.
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La pesadilla de vivir en Bacatá
“Yo me vine a vivir acá porque a mí me gusta el centro y por la vista. El apartamento es grande, era lo que estaba buscando”, comentó la mujer.
Sin embargo, el sueño de vivir en el mejor proyecto urbanístico del centro de Bogotá, se convirtió en una pesadilla, debido a que: “En este apartamento se va la luz prácticamente de 6 a 12 veces al día. Me ha representado muchos problemas porque yo trabajo desde casa. A raíz de los problemas de la fluctuación de energía mi computador se daño y tuve que mandarlo arreglar”.
Por si fuera poco, también se interrumpe el servicio de agua y ninguno de los cuatro ascensores del edificio están funcionando como se debe: “Los ascensores se descuelgan y lo puedo decir porque yo he estado en ese ascensor cuando se ha descolgado”.
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La mayoría de los residentes utilizan un ascensor que no cuenta con la certificación de la ONAC, organismo nacional encargado de acreditar los elevadores en el país.
La diseñadora se encargó de pegar diversos carteles a las afueras de los apartamentos, donde denunciaba algunas problemáticas del edificio: “Ni los ascensores sirven”, “Dejen de estafar a los inquilinos”, “Estos apartamentos no cuentan con los servicios mínimos dignos de una vivienda. Y son bien caros”, “Tener buena vista no hace a este hueco habitable”.
Los demás residentes no pasaron por alto los mensajes y revelaron que también sufren de diversas problemáticas: “Por los carteles que yo pegue comenzamos hablar y no he sido la única que tiene problemas con sus equipos. Hay otras personas que su computador dejó de servir, sus neveras se dañaron y sus lavadoras dejaron de funcionar”.
Por otra parte, uno de los techos del apartamento arrendado por Diana ya presenta grietas. “Hace pocos días yo tuve un problema con el techo, sonó como si algo se hubiera caído durísimo y el techo se agrietó”.
Los encargados de administrar el edificio es el grupo inmobiliario QC y han dejado claro que es una firma administradora de propiedad horizontal, alejada de los temas constructivos del edificio. Pero lo cierto es que los problemas continúan para los residentes de los pisos 30 hasta el 53.
La diseñadora, al igual que otros residentes del edificio tomó la decisión de mudarse del lugar para preservar su seguridad: “Mi decisión es irme, porque, de hecho, la respuesta que a mi medio la administración es que ellos no pueden dar una fecha de cuándo va tener esto solución porque el edificio está en obra”.
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