La ciudad de Barranquilla fue el escenario de un acto que fue repudiado por muchos, ya que muestra la poca cultura de un ciudadano quien se bajó de su auto y en plena vía pública, delante de los transeúntes, sin recato alguno, se puso a orinar en medio del espacio público y en presencia de mujeres. Cada vez son más los casos de violencia e intolerancia en el país.
Lo peor de todo vino después, cuando al ser confrontado por otros ciudadanos, en lugar de reconocer su error y ofrecer disculpas, se abalanzó sobre estos, con insultos, amenazas e injurias, como se muestra en un video que fue grabado por una de las ciudadanas presentes.
Los ciudadanos agredidos por el personaje dieron a conocer el video a los medios y denuncian haber sido amenazados con un arma de fuego que el hombre guardaba presuntamente en un bolso negro que llevaba en el momento del evento.
Esto es la muestra de la falta de cultura, sentido común, desconocimiento de los derechos de los otros, irrespeto, intolerancia y muchos otros antivalores que hoy pululan en medio de una sociedad egoísta que sólo piensan en su propio beneficio.
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El video muestra la reacción de un individuo indignado porque le llamaron la atención al ser sorprendido orinando en un espacio público, ante muchos transeúntes, de manera amenazante y desobligante ante quienes tuvieron el valor civil de denunciar tal acción.
Por otro lado, muestra también la indignación de unos transeúntes que se sintieron irrespetados y vulnerados sus derechos, ante lo que consideraron un acto vulgar e irrespetuoso que atenta contra la moral y va en contra de lo establecido en el código de policía.
Hay que considerar que este evento se constituye en un llamado de atención a las autoridades de la ciudad que con base en estudios puedan considerar la conveniencia de colocar baños portátiles distribuidos en toda la ciudad, para preservar la convivencia y evitar esta clase de enfrentamientos.
Realizar necesidades fisiológicas en el espacio público, está considerado como comportamiento contrario al cuidado e integridad del espacio público, en el Código Nacional de Policía y Convivencia.
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