Un informe reciente de Sapien Labs, un grupo de investigación ha revelado una disminución preocupante en el bienestar mental a nivel mundial, con el Reino Unido como el segundo país más infeliz.
Realizado como parte de su encuesta anual «Estado mental del mundo», que encuestó a más de 400.000 personas en 71 países, los hallazgos subrayan una falta persistente de recuperación del impacto inicial de la pandemia en la salud mental.
Reino Unido tan infelices como Uzbekistán
El Reino Unido obtuvo una puntuación baja, registrando apenas 49 en la escala del Cociente de Salud Mental (MHQ), que oscila entre -100 (que indica una insatisfacción significativa) y 200.
Esto posicionó al Reino Unido justo por encima de Uzbekistán, el país con la clasificación más baja, con un notable 35% de británicos que afirman sentirse angustiados.
Curiosamente, el estudio reveló una correlación entre riqueza e infelicidad, y las naciones más ricas generalmente obtienen puntuaciones más bajas en la escala.
En contraste, los países más felices, como la República Dominicana, Sri Lanka y Tanzania, son todos países en desarrollo de habla no inglesa, conocidos por su capacidad para apreciar los placeres simples de la vida.
El informe destaca a Australia, Tayikistán, Brasil, Sudáfrica, el Reino Unido y Uzbekistán como los países con peor desempeño. Además, indica una tendencia más amplia de bienestar mental deficiente en Europa y América del Norte.
A pesar de los hallazgos potencialmente desalentadores, los autores del informe instan al Reino Unido a verlo como un llamado a la acción en lugar de una fuente de negatividad.
Destacan aspectos positivos, como el reconocimiento de Londres como la mejor ciudad de Europa y la vibrante escena musical en vivo de Glasgow.
Esta encuesta contribuye al discurso actual sobre la salud mental en todo el mundo, enfatizando la necesidad de prestar mayor atención al bienestar mental en varios países, incluido el Reino Unido.
Es posible que sea necesario realizar más investigaciones para explorar los factores subyacentes que contribuyen al deterioro observado de la salud mental a escala global.
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