La Administración Federal de Aviación (FAA) está intensificando su supervisión de Boeing y le dijo al fabricante de aeronaves el martes que los inspectores federales conservarán la autoridad para certificar cada nuevo avión 787 Dreamliner como aeronavegable.
Es una desviación significativa de la práctica habitual de que los empleados designados de Boeing realicen inspecciones de certificación bajo la supervisión de la FAA. La aerolínea colombiana Wingo estrenó recientemente un Boeing.
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Boeing no ha entregado ningún avión de pasajeros 787 nuevo a las aerolíneas desde mayo de 2021, cuando por segunda vez los reguladores de seguridad detuvieron las entregas porque encontraron fallas de producción en los aviones, como espacios inaceptables entre los paneles del fuselaje. La FAA también detuvo 787 entregas a fines de 2020 debido a problemas de producción.
La FAA dijo en un comunicado que cuando finalmente permita a Boeing reanudar las entregas del 787, «la agencia conservará la autoridad para emitir certificados de aeronavegabilidad para todos los aviones Boeing 787 Dreamliner. Esto permitirá a la agencia confirmar la efectividad de las medidas que Boeing ha tomado, para mejorar el proceso de fabricación del 787».
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Durante las últimas dos décadas, la industria de la aviación ha utilizado un programa en el que los empleados designados por el fabricante realizan inspecciones finales de certificación y los empleados de la FAA luego revisan los informes de inspección. Pero esa práctica ha sido ampliamente criticada a raíz de los accidentes de dos aviones Boeing 737 Max con menos de cinco meses de diferencia, en Indonesia y Etiopía, en los que murieron 346 personas.
Los investigadores del accidente aéreo encontraron que ambos accidentes fueron causados en gran parte por un sistema de control de vuelo automatizado, sobre el cual Boeing y sus empleados han sido acusados de engañar y engañar a los reguladores de seguridad; mientras que la FAA ha sido acusada de supervisión laxa del programa.
Desde entonces, la FAA ha retenido la inspección final y la autoridad de certificación de cada nuevo avión de pasajeros 737 Max producido.
En respuesta, un portavoz de Boeing dijo en un comunicado: «Respetamos el papel de la FAA como nuestro regulador y continuaremos trabajando de manera transparente a través de sus procesos detallados y rigurosos. La seguridad es la principal prioridad para todos en nuestra industria. Con ese fin, seguir colaborando con la FAA para garantizar que cumplimos con sus expectativas y con todos los requisitos aplicables».
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