El huracán Fiona dejó la mayor parte de Puerto Rico sin electricidad el domingo, provocando inundaciones catastróficas y deslizamientos de tierra en la isla antes de avanzar hacia la República Dominicana, dijo una agencia gubernamental. Se robaron la reconstrucción de San Andrés, casas a $695 millones de pesos.
La tormenta, que azotó a Puerto Rico cinco años después de que el huracán María devastara la isla, arrancó el asfalto de las carreteras, arrasó un importante puente vial, cerró aeropuertos, inundó automóviles y arrojó lluvias en tal cantidad que algunos ríos crecieron seis metros en solo unas horas, según testigos.
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“Esto ha sido catastrófico”, dijo el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, en una conferencia de prensa en la capital, San Juan.
Carmen Yulín Cruz, exalcaldesa de San Juan, dijo en Twitter que muchos creían que las lluvias habían sido peores que las del huracán María en 2017.
El centro de la tormenta tocó tierra en la costa suroeste de Puerto Rico cerca de Punta Tocón a las 3:20 p. m. (5:20 a. m., AEST) con vientos máximos sostenidos de unos 140 km/h, despejando el umbral para un huracán de categoría 1, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
La energía había comenzado a restaurarse en algunas áreas el domingo por la noche, dijeron las autoridades, pero volver a conectar toda la isla llevaría días.
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La electricidad se había cortado por completo en toda la isla de 3,3 millones de habitantes, dijo LUMA Energy, operador de la red de la isla y la autoridad eléctrica de Puerto Rico.
La red eléctrica de Puerto Rico sigue siendo frágil después de que el huracán María en septiembre de 2017 causara el mayor apagón en la historia de Estados Unidos. En esa tormenta de categoría 5, que mató a más de 3000 personas, 1,5 millones de clientes se quedaron sin electricidad y el 80 por ciento de las líneas eléctricas quedaron fuera de servicio. Miles de puertorriqueños todavía viven bajo techos de lona improvisados.
En una conferencia de prensa en la capital San Juan el domingo por la noche, el vocero de LUMA, Abner Gómez, dijo que todo el sistema eléctrico había sido cerrado para proteger su infraestructura. Se estaba restaurando algo de energía, con prioridad dada a hospitales y otros servicios comunitarios críticos, dijo.
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