El fabricante alemán BMW ha declarado que está acelerando su inversión en vehículos eléctricos más allá de lo que había planeado inicialmente.
Sin embargo, la compañía no está lista para establecer una fecha específica para detener la producción de automóviles con motor de combustión debido a las fuertes ventas en mercados clave en crecimiento como China y EE. UU.
BMW ya está cerca de alcanzar el objetivo EV
BMW está por delante de Porsche y Mercedes en lo que respecta a vehículos eléctricos.
El fabricante de automóviles está en camino de lograr su objetivo de alcanzar el 15 por ciento de las ventas de vehículos eléctricos a batería este año, superando a los competidores Mercedes-Benz y Porsche, que han logrado alrededor del 11 por ciento de las ventas de vehículos eléctricos.
A pesar de ser un firme defensor de la inversión en tecnologías de reducción de emisiones de carbono, el CEO Oliver Zipse afirmó que no hay señales de un abandono total de los vehículos con motor de combustión en el mundo.
A diferencia de Volkswagen y Mercedes-Benz, BMW se negó a establecer una fecha límite para la producción de motores de combustión durante una llamada de prensa luego de sus resultados semestrales, considerándola prematura.
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La disminución de las ganancias netas lleva a una perspectiva cautelosa
Durante el segundo trimestre, BMW reportó una disminución del 2,9 por ciento en las ganancias netas, en línea con las predicciones de los analistas. El impulso de las cifras del año pasado, que resultó de obtener el control mayoritario de la empresa conjunta china BMW Brilliance Automotive (BBA), estuvo ausente esta vez.
Las ganancias del segundo trimestre de la empresa se vieron impulsadas por precios más altos y mayores ventas, que aumentaron un 11,3 por ciento. Estos leves aumentos de precios fueron una respuesta al aumento de los costos de las materias primas, según el director financiero, Walter Mertl.
Además de otros fabricantes de automóviles europeos, BMW adoptó una perspectiva cautelosa sobre la economía global, advirtiendo que los desafíos inflacionarios y de la cadena de suministro aún estaban en curso, a pesar de que mostraban signos de mejora.
Sin embargo, debido a los fuertes pedidos y una mejor cadena de suministro, la compañía ajustó sus expectativas de desempeño ligeramente más altas y proyectó un crecimiento en el mercado automotriz europeo, sólidas ventas en los EE. UU. y un crecimiento moderado en China para el resto del año.
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