Preocupación en tele-trabajadores por mezclar trabajo con vida privada

Preocupación en tele-trabajadores por mezclar trabajo con vida privada
Tele-trabajadores preocupados.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomendó que es muy importante «introducir un derecho a desconectarse” porque con el trabajo desde casa, los tele-trabajadores empiezan a ver involucrado su tiempo laboral con la vida privada.

Además que la pandemia parece tomar fuerza de nuevo como al principio y en muchas empresas, especialmente en las principales ciudades han seguido manteniendo el tele-trabajo.

¿Dónde finaliza el trabajo y comienza la vida privada?

Dado que la modalidad virtual continuará en Colombia y el mundo, los empleados necesitarán mayor protección y conocimiento de derechos y riesgos asociados a esta nueva forma de vida, dice el informe la OIT.

“En tanto el mundo ha sido brutalmente afectado por la pandemia de COVID-19, legiones de trabajadores se reconvirtieron de la noche a la mañana para poder trabajar desde sus hogares, para proteger sus empleos y sus vidas”.

-O.I.T

En medio de esta situación, una de las más altas preocupaciones de los tele-trabajadores es que sea borrada la diferencia entre tiempo de trabajo y tiempo para uno mismo y la familia, según indica la OIT.

Por tal motivo, se insiste sobre la necesidad de tomar en cuenta los riesgos psicológicos vinculados al hecho de trabajar de manera aislada, y sobre todo que se eduque a los trabajadores en su derecho de desconectarse para que estén seguros de que hay un tiempo para la vida profesional y la privada.

Promedio de personas que trabajan en casa

La OIT calcula que, en 2019, unos 260 millones de personas trabajaban desde casa, lo que equivale al 7,9 % del número total de trabajadores.

Lo que sucedió con la llegada de la pandemia fue que aumentó esa tasa hasta alrededor del 20 % en los primeros meses.

Por otro lado, de acuerdo a Pulzo, se distinguen tres categorías de trabajadores a domicilio:

  1. Los que tele-trabajan de manera permanente.
  2. Los asalariados que producen bienes cuya fabricación no puede ser automatizada, como el bordado, la producción artesanal o el montaje electrónico.
  3. Los empleados de plataformas digitales (tratamiento de declaraciones de siniestros, trabajos de revisión de documentos e inclusive la compilación de datos destinados a alimentar los sistemas de inteligencia artificial, por ejemplo).