
El Gobierno de Colombia, bajo la administración del presidente Gustavo Petro, ha confirmado la adquisición de 17 aviones de combate Gripen para la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC). La firma del acuerdo con la empresa sueca Saab se concretó este jueves 13 de noviembre, poniendo fin a meses de incertidumbre y retrasos que habían puesto en vilo la modernización de la flota aérea del país.
Esta operación, valorada en $16 billones de pesos, se consolida como la compra pública más grande del siglo en Colombia y busca reemplazar la envejecida flota de aviones Kfir.

17 aviones gripen llegan a Colombia
El acuerdo, que busca fortalecer la capacidad de defensa aérea nacional, fue impulsado reiteradamente por el presidente Gustavo Petro. Sin embargo, el proceso enfrentó serias trabas.
El contrato para la compra de los aviones Gripen debía cerrarse originalmente en septiembre. Se temía por la cadena de suministros del avión, a pesar de que Saab había asegurado tener todos los permisos en regla.
No obstante, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, desestimó estas versiones y atribuyó los retrasos a trámites puramente administrativos y jurídicos. «Estamos mirando unos temas jurídicos, de palabras. Pero, yo creo que está por ahí en 95% el texto y frente a todo el contrato estamos en 99%», aseguró el alto funcionario.
Sánchez fue enfático en que la firma no pasaría de noviembre, asegurando que el foco estaba en la «minuta del contrato» para proteger la inversión del Estado. «Es tema más de la minuta del contrato, las cláusulas que queden bien estructuradas, que queden bien protegidos el contrato, que se garantice el cumplimiento del mismo. Es eso, no es nada de fondo», puntualizó el ministro.
Esta adquisición no es un gasto menor; es una inversión estratégica de $16 billones de pesos. La necesidad de reemplazar los actuales aviones Kfir de la Fuerza Aeroespacial Colombiana es apremiante. Los Kfir, de origen israelí, han servido al país por décadas, pero su vida útil está llegando a su fin, y su mantenimiento se ha vuelto logísticamente complejo y costoso.
La modernización era ineludible para mantener la soberanía y la capacidad disuasiva en la región.
El Gripen de Saab, específicamente el modelo Gripen E/F que adquirirá Colombia, es un caza polivalente de última generación. Su elección no solo responde a criterios operativos, como su adaptabilidad a pistas cortas y su bajo costo operativo por hora de vuelo en comparación con sus competidores. También responde a beneficios estratégicos. Colombia no solo está comprando aviones, está adquiriendo tecnología y autonomía.
Una parte fundamental del acuerdo con Saab son los proyectos de compensación tecnológica (conocidos como offset). El Gobierno de Gustavo Petro ha insistido en que esta compra debe fortalecer la industria nacional. Se espera que el acuerdo incluya la transferencia de conocimiento, capacitación para ingenieros y técnicos colombianos, y el desarrollo de centros de mantenimiento y tecnología aeronáutica en el país.
Esto busca reducir la dependencia externa para el mantenimiento futuro de la flota y fomentar un clúster industrial aeroespacial, una de las promesas de campaña del mandatario.

$16 billones y financiación sueca
El monto total de la operación asciende a $16 billones de pesos colombianos. Inicialmente, el acuerdo contemplaba la compra de 16 aeronaves, pero fuentes cercanas al proceso confirmaron que antes de la formalización del contrato se adicionó una unidad, elevando el total a 17 aviones Gripen.
El cronograma de pagos está claramente definido. El Estado colombiano se ha comprometido a cancelar la totalidad de la suma para el año 2032. Este esquema de pagos a largo plazo fue uno de los puntos más complejos de la negociación. Según la información revelada, el primer desembolso significativo se realizará en 2026, por un monto de $100.000 millones, aliviando la presión sobre la caja fiscal en el corto plazo.
El cierre de esta compleja negociación fue posible gracias al respaldo de entidades bancarias suecas, que facilitarán la financiación del contrato. Este respaldo financiero fue crucial para superar los obstáculos administrativos y jurídicos que mencionó el ministro Sánchez.
El calendario de entregas también está fijado. Los colombianos no verán los Gripen en los cielos de inmediato. La llegada de los nuevos cazas, que sustituirán progresivamente a los Kfir, comenzará en 2027.
El proceso de entrega se extenderá durante cinco años, concluyendo en 2032, coincidiendo con el último pago del contrato. Este hito marca el fin de una era para la FAC y el comienzo de una nueva etapa de superioridad aérea en la región, un objetivo clave de la política de defensa del gobierno Petro.
Redacción Nación Pluralidad Z.



