Fueron enviados a la cárcel siete guardias del INPEC que tenían funciones en la penitenciaria de ‘La Tramacúa’ de Valledupar y pertenecían a una red de corrupción, que se encargaba de entregar a través de un dron algunos elementos como: Celulares, comida, licor y tarjetas de sim card.
La Fiscalía llevaba un año haciéndole seguimiento al negocio ilegal montado por los guardias, quienes también fueron acusados de adquirir un dron por $35 millones de pesos.
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En audiencia el fiscal del caso dio a conocer detalles de los cobros realizados por esta red. “Se ingresaban elementos tales como comidas rápidas, por los cuales se cobraban tarifas de ingreso. Por decir, una hamburguesa cobraban 250 mil pesos; una caja de arroz chino cobraban 400 mil pesos; por ingreso de un litro de licor un millón de pesos; por ingreso de celular cobraban un millón de pesos; por una libra de marihuana cobraban un millón 500 mil pesos”.
A su vez, explicó en uno de los casos que: “El paquete que llevaba se cayó en una zona diferente a la que tenía que caer y se dieron cuenta que llevaba 18 celulares, iban para un interno de la torre 5 que se llama Carlos y ese negocio lo había cuadrado (…) por 700.000 pesos por cada celular, para un total de 12.600.000 pesos, pero como se cayó la vuelta no hubo pago”.
También se pudo conocer que los celulares eran distribuidos al interior del recinto por medio de la comida. Otro de los casos revelados por la Fiscalía explica cómo ingresaban whisky al establecimiento carcelario.
“Se conoció que, para octubre de 2019, el dragoneante Valderrama coordinó con el interno Daniel Mejía para el ingreso de 10 litros de whisky; los cuales fueron tirados por una persona de la granja a las 5 de la mañana, y uno de los dragoneantes de la garita le dio ‘luz verde’ para que recogiera el licor en botellas plásticas y luego la llevara al patio 1 y los dragoneantes estaban enterados de la situación”, menciona el testimonio aportado por el organismo.
Asimismo, personas en la parte externa de la cárcel arrojaban algunos elementos que eran recogidos y distribuidos en los pabellones con la complicidad de los guardianes.
El ente investigador le imputó cargos por el delito de concierto para delinquir agravado. Los guardias del INPEC que fueron enviados a la cárcel son: Henry Rendón Henao Martínez, Henry Fernando Novoa Martínez, Fabián Ricardo Cangrejo Castillo, Edgar Alejandro Martínez Arias, Cristian David Correa Osorio, Andrey Alejandro Durán Sánchez y Jaime Alonso Herrera Flórez.
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