Un hombre experimentó discriminación durante la presentación de una propuesta en una empresa, donde según su relato, fue estigmatizado por ser costeño.
De acuerdo con el relato del joven, una destacada compañía lo contactó para diseñar un plan de marketing integral y liderar su estrategia digital. A pesar de las expectativas iniciales, la primera reunión virtual con la empresa reveló varias señales preocupantes sobre la dinámica de trabajo.
Lo ofendieron por ser costeño
“Yo entiendo que a muchas personas no les gusta aparecer en las llamadas virtuales cuando son llamadas de seguimiento, cuando son clases, pero viejo estamos haciendo negocios, lo mínimo que yo tengo que hacer es si no te puedo dar la mano, es verte la cara”, explicó el hombre.
La segunda alerta que percibió el hombre fue cuando notó que una gran parte de la reunión se centró en interrogarlo sobre su cliente anterior.
Preguntas como el porcentaje de ventas al exterior y los métodos de venta parecían desplazar el enfoque del objetivo principal de la reunión.
A pesar de esas situaciones, decidió analizar el proyecto y preparar una propuesta personalizada. Sin embargo, debido a compromisos previos, programó la presentación de la propuesta para una semana después.
El día de la presentación, el consultor se encontró solo con el hombre al que decidió nombrar como ‘Pepe’, el dueño de la empresa no se encontraba en la reunión.
A mitad de la presentación, antes de que el consultor pudiera concluir sus explicaciones, Pepe interrumpió para exigir un cambio en la metodología de trabajo y una presentación detallada en un formato diferente.
“Yo le digo: ‘espérate, todo es con calma. La idea es que vayas entendiendo todo lo que voy a presentar y que sepas bien cómo explicárselo a tu jefe”, aseguró.
Sin embargo, Pepe se molestó porque la empresa tenía prisa y no tenían tiempo para tantas explicaciones. Además, hizo comentarios despectivos sobre la experiencia y habilidades del joven, subrayando sus 14 años de experiencia en comparación con los siete del consultor.
“Ahí es cuando me dice: ‘es que estamos con prisa. Además, a mí me preguntaron la semana pasada que cómo va el tema con Andrés y yo les dije que como costeño debe estar enterrando todavía a Joselito”, agregó el hombre durante su relato.
Por último, el consultor compartió un valioso consejo sobre el mundo laboral: al vender servicios, conocimientos y habilidades, es esencial que los clientes reconozcan y respeten la experiencia profesional.
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