La desconfianza que ha generado el papel del registrador nacional, a quien algunos sectores políticos llaman como enemigo de la democracia, durante las elecciones, y también las declaraciones de los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe en contra de la institucionalidad, atentan contra la estabilidad política del país. Lo que necesitamos es servicios básicos y educación: Mabel Lara a Peñalosa.
“Lo peor que le ha pasado a Colombia es la desconfianza que genera el Registrador y su labor frente a unas elecciones trascendentales para el país. Desastre también ver como los expresidentes atacan la institucionalidad y la estabilidad del país”, expresó la periodista Mabel Lara, dadas las circunstancias políticas actuales del país.
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Los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, pidieron a las autoridades electorales del país un nuevo reconteo de votos porque, según ellos, el escrutinio dejó más dudas que certezas, dadas las diferencias considerables entre el preconteo y el escrutinio.
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Los expresidentes han sido duramente criticados por desconocer los resultados electorales del domingo 13 de marzo pasado y solicitar un reconteo sin las garantías de transparencia.
Otros personajes califican estas declaraciones de los exmandatarios como un golpe de estado, al desautorizar la competencia de las autoridades electorales lo que, según ellos, se constituye en un acto antidemocrático e inconstitucional.
Las irregularidades detectadas antes, durante y después de las elecciones del pasado 13 de marzo, han sido el caldo de cultivo para que muchos sectores políticos, incluidos los expresidentes, se permitan insinuar desconocer los resultados de los escrutinios nacionales.
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Algunos ciudadanos y políticos acusan al registrador nacional de generar tal caos, por no atender a tiempo las críticas y las recomendaciones que se dieron por parte de los movimientos y partidos políticos para modificar los tarjetones y las maneras de llenar los formularios.
Esto hubiese contribuido a garantizar un conteo de votos transparente donde se reconociera la voluntad del pueblo y no el interés de unos pocos para manipular los resultados a su favor, pero las solicitudes no fueron escuchadas por el registrador.
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