El pasado domingo 23 de agosto, el hoy ex senador de la república Álvaro Uribe Vélez a través de un trino desde su cuenta de twitter en el cual atribuye la responsabilidad de las masacres en Colombia a que supuestamente existe una juventud comparada con grupos armados, llamándonos “juventud FARC” que busca derrocar el gobierno actual y por esto se están presentando las continuas masacres.
Escrito por: Juan Pinzón Toledo
Esto no solo lo hace él sino en compañía y complicidad de su partido el Centro Democrático que con los constantes señalamientos hacia los ciudadanos, líderes sociales, artistas, periodistas, políticos de la oposición y magistrados de la Corte Suprema buscan evadir la Obligación, que tiene el gobierno de preservar la seguridad y hacer respetar los derechos fundamentales que tienen los colombianos.
Los jóvenes por varios años hemos luchado en contra de la desigualdad que existe en nuestro país, una de las consecuencias de esta disparidad; nos enfrenta a una sociedad que no tiene acceso a educación de calidad y de forma igualitaria; Adicional a esto encontramos que esta no es una prioridad para los dirigentes, en medio de la pandemia hubo varias peticiones desde diferentes sectoresal gobierno nacional para poder acceder a matrícula cero pero estas peticiones no fueron acogidas por la administración; al contrario, el estado decidió negar estas peticiones justificando su negativa manifestando que no había presupuesto, lo mismo pasó con la renta básica, lo que se considera un ingreso garantizado como derecho de los ciudadanos para acceder a una canasta de bienes mínimos que les permita subsistir a familias vulnerables, sin embargo el gobierno decidió hacer un préstamo a una empresa extranjera que se encontraba en bancarrota antes de la pandemia, demostrando así que para este régimen no es importante las peticiones que hacen sus ciudadanos, dejando sin la opción de estudiar a miles de jóvenes y peor aún dejando claro que no son una prioridad para este gobierno, su actitud indiferente en medio de la crisis que hemos vivido durante ya cinco meses donde ha aprovechado para realizar diferentes reformas y decretos en los cuales el gobierno busca solo beneficiar a grandes empresas, incluso dejando a un lado a las Pyme que en diferentes ocasiones solicitaron ayuda para poder enfrentar la crisis. Este tipo de decisiones hacen más difícil que las nuevas generaciones sueñen con un mejor país para vivir.
Adicional a toda esta situación, se suma la tasa de desempleo que cada vez sube más, es por esto que en el último año los ciudadanos nos hemos manifestado en contra de las diferentes problemáticas e indiferencia frente a las mismas por parte del gobierno, y lo hemos hecho a través de diferentes manifestaciones, para poder lograr visibilizar el presente incierto que estamos viviendo.
Las constantes arremetidas hacia la sociedad colombiana por parte del estado frente a las protestas realizadas donde el ESMAD como siempre abusa de su autoridad violentando a los manifestantes, hace pensar que en Colombia existe la protesta selectiva, ya que en la caravana realizada por los simpatizantes del ex senador Uribe, estos mismos abrían caminos para que ejercieran su derecho tranquilamente, pero ante la protesta que se dio frente a las masacres ocurridas en el país en los últimos días, decidieron cerrar el paso y hubo abuso de fuerza y autoridad frente a los jóvenes que pacíficamente marchaban mostrando su preocupación frente a la situación que se viene presentando con la masacre de jóvenes y líderes sociales en estado de indefensión.
¿Entonces hay que salir en camionetas, con escoltas y armados para poder ejercer este derecho en este país? ¿También vamos a estratificar las protestas? Ya existen demasiadas brechas como para que el estado ayude a ahondar aún más estas diferencias, porque su deber es gobernar para todos, no para unos pocos. No es posible que no se brinden las mismas condiciones para ejercer un derecho que tenemos todos y que se encuentra sustentado en nuestra Constitución Política.
Existen hechos en las diferentes caravanas realizadas por “personas de bien” que me hacen cuestionar a los gobiernos locales de Bogotá y Medellín. En el primero una amenaza por un manifestante donde en varias ocasiones solicitó que le pasaran la pistola para intimidar a un ciudadano que pensaba diferente a él, por la que se dijo por parte del secretario de gobierno de Bogotá, que se había registrado una riña, pero claramente como muestra el video en redes no fue una riña, fue una contundente amenaza hacia el ciudadano ¿qué pasaría si este hecho hubiese sido al contrario? si el joven fuera el que amenazara con una pistola ¿Él sí sería un delincuente? ¿un bandido? ¿ahí sí ameritaría una investigación? ¿el pronunciamiento del secretario de gobierno habría sido diferente en redes sociales? En cuanto a Medellín se evidenció la misma actitud por parte del alcalde ya que se permitieron las caravanas pero cuando se manifestaron en contra de las masacres les enviaron el ESMAD, es por estos hechos que se puede constatar que en el país existe la protesta selectiva y dependiendo del sector que se manifieste es el trato que se le da a los ciudadanos.
Hace nueve meses un policía segó la vida de Dylan Cruz por ejercer su derecho a la protesta y hasta ahora no ha actuado la justicia; esto deriva de la indecisión sobre quién debe llevar este caso y es lo que ha generado que no se esclarezcan los hechos ocurridos, aún no se sabe qué va a suceder con este asesinato y la triste realidad de este país es qué la justicia cojea frente a casos que afectan a los ciudadanos sin mucha influencia o “importancia” cuando al menos para eso deberíamos ser iguales. Todos merecemos Justicia, ¿qué pasa con este caso? ¿Actuará la justicia penal militar de buena forma y se le dará el castigo al policía que mató a este joven? o ¿El ESMAD tiene licencia para matar?
No siendo suficiente con lo anterior, la semana pasada los ciudadanos colombianos recibieron información sobre nuevos perfilamientos a los que nos tiene acostumbrado este gobierno, donde muchos fueron calificados como Negativos por el solo hecho de presentar opiniones diferentes hacia el gobierno, como una forma de identificar quiénes están con ellos y quiénes no. Este es otro atropello a nuestros derechos constitucionales siendo esta una continua censura a cada uno de nosotros que a través de las distintas redes sociales buscamos dar a conocer nuestro inconformismo ante todas la injusticias, lo que muy pocos pueden hacer a través de los diferentes medios oficiales buscando mostrar diferentes problemáticas y hechos que el actual gobierno desconoce , ya sea por falta de interés o porque estas problemáticas enlodan a miembros del gobierno o al partido del presidente. ¿Acaso estamos frente a una dictadura?
Otro hecho preocupante es que desde que el presidente Iván Duque es el mandatario de Colombia, han vuelto las masacres a nuestro territorio. Han ocurrido 108 masacres y 43 de ellas han sucedido en un año, 7 en una semana y 3 en un solo día; no se puede dejar de lado la responsabilidad de este gobierno frente a las mismas, teniendo en cuenta que no se está respetando el derecho a la vida siendo este uno de los derechos fundamentales, además de esto, en estos hechos se han visto involucrados gran cantidad de menores de edad; hecho que en cualquier país diferente a este sería un motivo para alarmarse, pero por el contrario, en respuesta a esto lo que hacen los funcionarios del gobierno en cabeza del presidente es cambiar el nombre a “Homicidios Colectivos”.
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Es ahí donde hago una pregunta ¿cambiando el nombre a “Homicidios Colectivos” baja la crueldad de estos actos? ¿Al llamarlos homicidios colectivos son menos aterradores? No es correcto que el presidente de la república y su ministro de defensa denominen las muertes de acuerdo de donde provengan, porque todas las muertes de más de una persona en condición de indefensión tienen el mismo nombre; ese nombre que para algunos gobernantes es innombrable pero necesario mencionarlo, no son “homicidios colectivos” son MASACRES que enlutan y nos duelen a todos.
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Es por esto que debemos defender nuestros derechos como ciudadanos y nosotros los jóvenes debemos darlo todo en esta lucha por el cambio. Nosotros, la juventud que nos han quitado TODO, NO tenemos NADA que perder, al contrario todo lo que logremos a través de nuestras luchas, protestas, presión a través de redes sociales, opiniones y actos simbólicos será ganancia, busquemos que nos escuchen, no importa que la respuesta por parte del estado no sea el cambio que esperamos si no una intimidación constante. Hagamos que este amedrentamiento surta un efecto contrario, y no cesen nuestros pedidos si no que se fortalezcan mucho más.
Luchemos por la paz de nuestro país. El desconocimiento de los acuerdos de paz, los cuales fueron firmados en el pasado gobierno de Santos, ha recrudecido la violencia ahondando más las brechas que ya existen, lo que no permite que se conozca la verdad y que haya reparación; al contrario, se está re-victimizando a los que realmente viven esta guerra. ¿No es mejor una paz imperfecta? o preferimos continuar en esta eterna guerra que se lleva por delante gente inocente y a los más vulnerables? o ¿vamos a optar por una guerra perfecta?
Considero que llegó la hora de que el gobierno escuche a las nuevas generaciones que a través de nuevas ideas quieren generar un cambio para el país, buscando que haya un gobierno para todos y no para unos pocos.
Es por esto que me gustaría invitar a los colombianos a buscar el cambio a través de diferentes mecanismos; es importante que nos concienticemos de la importancia que tiene el voto en nuestro país y más aún en este momento tan decisivo, donde cada vez más la sensatez nos llama a hacer un juicio de la realidad política, social y económica del país. Estoy convencido que no votamos para que por decreto nos desmejoraran las condiciones laborales (Decreto 1174), no votamos por él fracking, no votamos para que no apoyaran a las Pymes de nuestro país y si salvaran a las empresas extranjeras, no votamos para revivir la violencia de los años 80 y 90.
Desde ya debemos concientizarnos y concientizar a nuestro entorno sobre la responsabilidad que tenemos en el futuro, desde las urnas debemos hacer la diferencia, nuestro compromiso debe ser derrotar el abstencionismo, las diferencias debemos convertirlas en similitudes o puntos medios, concientizar a las personas que la compra de voto le hace daño al país y que la diferencia de un voto a conciencia podría llevarnos al cambio.
Es por esto que se debe eliminar la cultura de compra y cambio de votos por beneficios que no duran cuatro años, que no perduran en el tiempo; hay que incentivar a las personas a votar por el derecho a tener un mejor futuro, hay que exhortarlos a que voten por beneficios duraderos, por un mejor futuro para sus hijos, hermanos, familia, vivimos en democracia y si todos nos concienciamos de la responsabilidad que tenemos frente a las próximas elecciones lograremos renovar este país. Y podremos soñar con un mejor futuro para TODOS!
El cambio de este país lo debemos hacer todos desde la unión de conceptos, desde diferentes ideologías y motivaciones de ver un país mejor, como en algún momento lo dijo Jaime Garzón “Si ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvárselo ¡Nadie!.”