A una semanas de terminar su gestión, el fiscal general Francisco Barbosa no quiere dejar el cargo sin mover los hilos suficientes para que su aliada Martha Mancera se convierta en su sucesora, incurriendo una vez más en abuso de poder.
Este entramado para perpetuarse en el cargo inició con la decisión de archivar la investigación que se adelantaba contra Mancera y Luisa Fernanda Obando Guerrero, delegada para la Seguridad Territorial.
Barbosa, maniobras de dictador
Un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia tomó la decisión de archivar la indagación contra las funcionarias, por supuestamente beneficiar a estructuras criminales dedicadas al narcotráfico y al negocio ilegal de armas, en 2020 y 2022.
“Lo anterior, por cuanto, de las evidencias e información legalmente obtenida mediante actos de investigación desarrollados con debida diligencia, se pudo concluir la inexistencia del delito investigado”, explicó la Fiscalía en un comunicado.
El fiscal encargado de tomar la decisión fue Víctor Andrés Salcedo Fuentes, el mismo que se tuvo que declarar impedido en el caso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Sin embargo, la historia detrás del caso demostraría el entramado de corrupción ejecutado por el fiscal general para perpetuarse en el poder a través de la vicefiscal Martha Mancera.
Pablo Bolaños y Fabio González, miembros del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI), trabajaban como agentes encubiertos infiltrando a organizaciones criminales en varias zonas del país entre el 2020 y 2022.
Tras descubrir que el jefe del CTI en Buenaventura, Francisco Javier Martínez Ardila, estaba involucrado en actividades de narcotráfico y el comercio ilegal de armas en el puerto, decidieron informar a la vicefiscal Martha Mancera.
No obstante, Mancera no investigó la denuncia. Por el contrario, habría iniciado una persecución laboral y judicial contra ellos. Víctor Manuel Forero, jefe de investigaciones de la Fiscalía Delegada para la Seguridad Territorial, quien además ha sido compañero sentimental de Luisa Fernanda Obando, directora de Seguridad Territorial y mano derecha de la vicefiscal, les exigió que cambiaran las declaraciones donde mencionaban al director en Buenaventura.
Tras realizar estas graves denuncias, los investigadores tienen en contra un proceso por concierto para delinquir con fines de narcotráfico, falsedad en documento público y fraude procesal.
El fiscal Víctor Andrés Salcedo Fuentes nunca les permitió a los agentes mostrar pruebas que confirmaran sus declaraciones, pero sí los citó para que realizaran las respectivas declaraciones juradas y poder cerrar el caso.
Cabe recordar que Salcedo llegó a ese alto cargo en la Fiscalía por Gabriel Ramón Jaimes, quien a su vez fue contactado por Francisco Barbosa para convertirlo en una de las personas más poderosas de la Fiscalía.
Jaimes siguió recibiendo cucharadas de mermelada: desde un alto cargo para su esposa hasta un puesto en la Embajada de Colombia en Naciones Unidas para su hijastra.
No es de extrañar que Gabriel Jaimes se desviva por cumplir los deseos de sus Martha Mancera y Francisco Barbosa, especialmente cuando se convertirá en vicefiscal general de la nación cuando Mancera se convierta en fiscal encargada.
