El caso que estremeció a Sahagún: la mujer que asesinó a su amiga embarazada para robarle a su bebé

En 2023, en Sahagún, una mujer asesinó a su amiga embarazada para robarle a su bebé.
En 2023, en Sahagún, una mujer asesinó a su amiga embarazada para robarle a su bebé.

En Sahagún, Córdoba, dos amigas de infancia compartían la misma ilusión, ser madres. Luz Neida Betín, de 25 años, esperaba con emoción la llegada de su primera hija. Su amiga, Sadith Vanessa Martínez, decía estar viviendo la misma etapa.

Sadith Vanessa Publicaba ecografías, fotos y mensajes en redes sociales como «gracias Dios por tus bendiciones, ya falta poco hija para que estés en los brazos de mamá».

En 2023, en Sahagún, una mujer asesinó a su amiga embarazada para robarle a su bebé.
En 2023, en Sahagún, una mujer asesinó a su amiga embarazada para robarle a su bebé.

Asesinó a su amiga embarazada y le robó la bebé para fingir que era su hija

Pero detrás de esas publicaciones había una mentira. Sadith no estaba embarazada. Había fingido su embarazo durante meses, engañando a su familia, a su esposo y a todo el pueblo. Su deseo de ser madre se había convertido en una obsesión que terminó en tragedia.

El 14 de mayo de 2023, Luz Neida se trasladó desde su vivienda rural hasta el casco urbano de Sahagún para estar más cerca del hospital, ya que su parto estaba próximo.

Su esposo, Jesús Manuel Navarro, contó que habló con ella el 17 de mayo, poco antes de su desaparición. «Me dijo que estaba con Sadith y que pronto regresaría, pero la llamada se cortó y no volví a saber de ella», relató.

Horas después, la familia, al no poder comunicarse con ninguna de las dos mujeres, dio aviso a las autoridades. La preocupación aumentó cuando en el pueblo comenzaron a circular rumores sobre una posible red de robo de bebés.

Esa misma tarde, una enfermera del Centro de Atención de Urgencias recibió una llamada anónima alertando que una mujer había dado a luz en un potrero. Minutos más tarde, una mujer llegó al hospital en moto con una bebé ensangrentada en brazos, asegurando que era su hija.

«Estaba muy tranquila, se subió sola a la ambulancia y no mostraba signos de haber parido. No tenía sangrado ni dolor, y dejó la bebé en mis brazos sin decir nada más», contó la enfermera que la atendió.

La mujer era Sadith Vanessa Martínez. Los médicos notaron enseguida las inconsistencias, no presentaba desgarros ni señales de parto, y la bebé tenía el cordón umbilical cortado con un cuchillo.

Mientras ella insistía en que la niña era suya, la Policía recibió otra llamada, «Hay una mujer muerta en un potrero».

Era Luz Neida Betín. Su cuerpo fue encontrado boca arriba, con el abdomen abierto. La placenta aún estaba en su interior. Había sido sometida a una cesárea artesanal.

Cuando la policía confrontó a Sadith Vanessa, no lloró ni intentó huir. Solo dijo, «Sí, es mi hija». Sin embargo, las pruebas médicas y los testimonios la desmintieron. Fue capturada y la Fiscalía le imputó los delitos de feminicidio y secuestro agravado.

Durante el juicio, Sadith nunca explicó por qué lo hizo ni mostró arrepentimiento. Finalmente, fue condenada a 34 años y 11 meses de prisión.

Luz Neida dejó una bebé llamada María Fernanda, el nombre que había elegido antes de morir. Hoy, su padre la cría solo. En Sahagún, Córdoba, su historia sigue viva como una advertencia.

Redacción Nación Pluralidad Z.

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