Si crees que tu hijo pasa casi todo su tiempo jugando videojuegos, un nuevo estudio de Pew Research Center ha proporcionado algunos beneficios que podrían darle la razón.
Según la encuesta, un enorme 85 por ciento de los adolescentes en los Estados Unidos participan en algún tipo de videojuegos.
Conclusiones del estudio científico sobre los videojuegos
Entre ellos, el 40 por ciento se identifica con orgullo como “jugadores”, lo que indica la importancia de los juegos en la cultura juvenil actual. Sin embargo, aquí existe una brecha de género: los niños tienen más probabilidades de jugar videojuegos que las niñas.
El estudio examina más a fondo la frecuencia y las plataformas de juegos que son populares entre los adolescentes.
Alrededor del 40 por ciento de los encuestados afirman jugar videojuegos a diario, mientras que el 20 por ciento lo hace varias veces a la semana.
Las consolas (73 por ciento) y los teléfonos inteligentes (70 por ciento) son los principales dispositivos de juego preferidos, y un sólido 25 por ciento de los adolescentes se está aventurando en los juegos de realidad virtual.
A pesar de los estereotipos que muestran los juegos como una actividad para amantes, muchos adolescentes han visto resultados positivos de sus experiencias de juego.
Más de la mitad de los adolescentes encuestados afirman que los juegos han mejorado sus habilidades para resolver problemas (56 por ciento), mientras que casi la mitad atribuye haberlos ayudado a hacer amigos dentro de las comunidades de juegos (47 por ciento).
Además, una proporción significativa reconoce el papel de los juegos en la promoción de la colaboración y el trabajo en equipo (41 por ciento).
Efectos malos de los videojuegos
Sin embargo, junto con estos beneficios, el estudio destaca varias tendencias preocupantes asociadas con el juego excesivo.
Una parte considerable de los adolescentes informa haber experimentado trastornos del sueño y el 41 por ciento atribuye estos problemas a sus hábitos de juego.
Además, algunos han visto un impacto negativo en el rendimiento académico (17 por ciento), lo que plantea dudas sobre el equilibrio entre los juegos y las responsabilidades escolares.
Quizás lo más alarmante sean los hallazgos relacionados con el acoso en línea dentro de las comunidades de jugadores.
Casi la mitad de los adolescentes encuestados informan haber experimentado algún tipo de acoso por parte de otros jugadores, desde abuso verbal hasta casos más graves de acoso cibernético.
Estas experiencias subrayan la necesidad de una mayor vigilancia e intervención para garantizar la seguridad y el bienestar de los jugadores jóvenes.
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