El rápido crecimiento de NVIDIA está captando la atención de los inversores y llevando el índice S&P 500 a niveles récord. Sin embargo, también sirve como recordatorio de los riesgos asociados con proyectos tecnológicos muy publicitados, similares al ascenso y caída de Tesla.
Tesla en 2017, impulsado por el optimismo en torno a los vehículos eléctricos (EV), hizo que la compañía superara en valor de mercado a fabricantes de automóviles establecidos como General Motors y Ford. Sin embargo, desde entonces, las acciones de Tesla han caído más del 50% desde su máximo, junto con otras acciones de vehículos eléctricos.
Esta advertencia debería resonar entre los inversores de Nvidia que ven las acciones como una apuesta ilimitada por los avances de la inteligencia artificial (IA).
NVIDIA debería caer, pero no se sabe cuándo
Adam Sarhan, director ejecutivo de 50 Park Investments, advierte contra el atractivo de la innovación tecnológica sin un escrutinio exhaustivo. Si bien Nvidia y Tesla difieren en productos y liderazgo, sus trayectorias comparten similitudes.
El ascenso de Nvidia se atribuye a su notable crecimiento en las ventas, impulsado por la demanda de sus chips que impulsan las aplicaciones de IA.
Por el contrario, la elevada valoración de Tesla se basó en las expectativas de una adopción generalizada de vehículos eléctricos, que se han enfrentado a pruebas de realidad a medida que la demanda se desacelera.
A pesar de las preocupaciones sobre una posible desaceleración, Nvidia continúa impresionando con un sólido desempeño financiero, incluido un aumento significativo en los ingresos netos. Sin embargo, su alta relación precio-ventas subraya las expectativas de los inversores de un crecimiento sostenido.
Los competidores también están compitiendo por una parte del dominio del mercado de Nvidia en chips relacionados con la IA, lo que indica posibles desafíos futuros.
Si bien la promesa de la IA es real, los inversores deben discernir entre oportunidades genuinas y empresas sobrevaloradas, como lo ejemplificaron las burbujas de mercado pasadas.
Cole Wilcox, director ejecutivo de Longboard Asset Management, enfatiza la importancia de separar a los ganadores de los perdedores en la búsqueda del éxito de las inversiones a largo plazo en medio de paisajes tecnológicos en evolución.
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