Una barista de Starbucks admite que garabateó su número en la taza de café de un cliente «lindo», el inicio de este mensaje terminó en una boda en Estados Unidos.
Samantha Hildebrandt, enamorada, estaba en la universidad y trabajaba a tiempo parcial como barista cuando garabateó su número en la taza de capuchino de Robbie Hildebrandt.
La joven de 26 años había servido varias veces a Robbie, amante del café, y había tenido breves charlas con él antes de reunir el coraje para «disparar su trago» y dejar su número en su taza.
Se casó con el cliente de Starbucks
Preocupada por no poder leer sus escritos, la enfermera estaba encantada cuando ese mismo día recibió un mensaje de texto del dietista Robbie preguntándole: «¿Oye, eres Samantha?».
La estudiante de enfermería se entusiasmó. Restaurante italiano para su primera cita, donde Robbie, ahora de 33 años, hizo que Samantha se sintiera «inmediatamente amada y cuidada».
En 2021, cinco años después de conocerse en noviembre de 2016, la pareja «predestinada» se casó. Incluso regalaron a sus seres queridos frascos llenos de granos de café con la etiqueta «la mezcla perfecta» como un guiño a su historia de amor.
La pareja adoptó un gato juntos y ahora Samantha insta a las mujeres a «disparar» y potencialmente cambiar el curso de su futuro.
Samantha, del condado de Ocean, Nueva Jersey, EE. UU ., dijo: «Todo empezó cuando trabajaba como barista en Starbucks. Seguía viendo entrar a este joven realmente encantador. Teníamos pequeñas conversaciones aquí y allá, ‘hola’. y adios.’
«Un día comenzó una conversación conmigo preguntándome cómo había sido mi Día de Acción de Gracias. Estaba muy feliz. Creo que nuestra conversación me dio la confianza para perseguirlo, así que escribí mi número en su taza de café.
Estaba en una de las tazas navideñas. Sé que la forma en que le di mi número fue muy interesante, es única. Tengo mucha suerte de que lo haya visto porque si no lo hubiera hecho, no sé si estaríamos juntos hoy. Escribí mi número con «Un marcador y me envió un mensaje de texto esa noche. El resto es historia».
Lea más: Colombia tiene el tercer café más barato de Starbucks.
