El máximo ícono del fútbol colombiano, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, ha puesto la vara alta para la Selección Colombia de cara a la Copa del Mundo 2026. En una conversación contundente, la leyenda samaria afirmó sin titubear que el equipo dirigido por Néstor Lorenzo tiene el potencial y las herramientas para disputar la final del torneo.
Valderrama, con la autoridad que le otorgan sus tres mundiales disputados, identificó a James Rodríguez y Luis Díaz como los dos jugadores que no pueden faltar bajo ninguna circunstancia en la cita orbital, y celebró la aparición del goleador que tanto necesitaba el equipo, Luis Suárez. Su análisis no deja espacio a la duda; para él, la actual generación de futbolistas tiene todo para hacer historia.
Una generación que lo tiene todo para ser campeona
Para Valderrama, la confianza en el equipo nacional no es un capricho, sino el resultado de un análisis detallado de la plantilla. «Esta tiene todo, todo», aseguró al ser consultado sobre el nivel del plantel actual.
La comparación con su histórica generación, la del 93, fue inevitable. Aunque considera que aquella fue la mejor por tenerlo todo, ve en la actual un conjunto de talentos igual de completo. «Tiene arquero. Tres tiene», mencionó, decantándose por Camilo Vargas como el titular. El optimismo del ‘Pibe’ se fundamenta en que cada línea del campo está cubierta por jugadores de alto nivel, un factor que considera determinante para aspirar a grandes cosas.
James y Luis Díaz: La columna vertebral de la Tricolor
Al profundizar en los nombres propios, Valderrama fue categórico. Cuando se le preguntó quiénes son los jugadores imprescindibles para el Mundial, su respuesta fue inmediata: «James y Luis Díaz».
La justificación para ambos es diferente pero complementaria. Sobre James Rodríguez, afirmó que es «la calidad de la selección». Explicó que el equipo se transforma para mal cuando el cucuteño no está en el campo. «Cuando la selección juega sin James, juega distinto», sentenció, reconociendo que el ’10’ rinde a un nivel superlativo con la camiseta amarilla, independientemente de su momento en su club.
Por otro lado, la importancia de Luis Díaz es innegable por su desequilibrio y su espectacular presente. El ‘Pibe’ no se mostró sorprendido por la rápida adaptación del guajiro al Bayern Múnich, recordando que lo mismo sucedió en Porto y Liverpool.
Lo describe como un caso «raro» por la facilidad con la que asimila las exigencias de las ligas más importantes del mundo. La combinación de la calidad de James y la explosividad de Díaz conforma, para Valderrama, el eje sobre el cual debe girar el sueño mundialista de Colombia.
Luis Suárez: La pieza que faltaba en el ataque
Uno de los problemas recurrentes de la Selección Colombia en procesos anteriores fue la falta de un finalizador. Jugadores que llegaban con rachas goleadoras en sus clubes, se les cerraba el arco con la Tricolor. Para Valderrama, ese problema tiene nombre y apellido, y ya está resuelto. «¿Sabes qué faltaba? Un goleador. Y ya está», afirmó con convicción, refiriéndose a Luis Suárez, el delantero samario que milita en el fútbol portugués.
La irrupción de Suárez ha sido un bálsamo para el equipo. «Le dieron la oportunidad y apareció en el momento justo», comentó Valderrama, quien exige que ahora sea titular indiscutible. «¿Para qué mete goles? Tienes que meterlo para que siga metiendo», argumentó, criticando la idea de guardarlo o darle pocos minutos.
El temor a las lesiones y un reclamo a los jugadores
A pesar de su enorme optimismo, el ‘Pibe’ mantiene los pies en la tierra y señaló su principal temor de cara al Mundial: las lesiones.
El recuerdo de Radamel Falcao García, quien se perdió la Copa del Mundo de Brasil 2014 por una grave lesión cuando era el goleador del equipo, sigue latente. «Que se lesione alguno. A nosotros nos pasó también con Falcao en Brasil», expresó con preocupación. Este factor, que escapa a cualquier planificación, es la única nube en su horizonte lleno de esperanza.
Finalmente, Valderrama no ocultó su molestia por una actitud que observó en los jugadores. Criticó la falta de celebración efusiva tras asegurar la clasificación al Mundial en el partido contra Bolivia en Barranquilla. «Me dio una piedra», confesó, argumentando que ir a un Mundial no es algo de todos los días para Colombia y debe festejarse con la pasión que merece. «Mi hermano, cuando uno gana en el fútbol, tiene que festejar. Porque cuando pierde le damos duro», concluyó, dejando un claro mensaje para el plantel.
Redacción Deportes Pluralidad Z.
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