Aproximadamente 1 de cada 3 jóvenes entre 24 y 35 años vive con sus padres, exactamente eso corresponde al 32% de la población.
A pesar que esta generación está más preparada que sus padres, el alto costo de la vida en Colombia no ha permitido que estos jóvenes salgan de sus hogares.
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Laura Muñoz, profesional en ciencias ambientales describió para DW lo que está pasando en Colombia.
“Acá el arriendo es carísimo, los servicios son carísimos, la alimentación es carísima y de una u otra forma los ingresos no son tan altos, entonces si me voy a vivir fuera de mi casa en arriendo no tendría los gustos que me podría dar viviendo pues por decirlo así con mi mamá”, afirmó Laura.
La independencia cuesta y los jóvenes tienen que elegir entre sus estudios académicos o la compra de bienes materiales.
“Si tu te compras un apartamento no podrías estar pagándote una maestría o una especialización y si estás pagando un posgrado no podría comprar una casa o un carro”, agregó Laura.
La crisis económica por la que atraviesa Colombia motivó a los jóvenes a devolverse a la casa de sus padres.
El director de Futuros Urbanos Omar Oróstegui indicó que esa tendencia contra los jóvenes no es una decisión fácil ya que los que se lograron independizar al regresar a casa pueden perder su autoestima.
Los padres de esta generación podrían adquirir bienes materiales y estudios de posgrados sin tantos sacrificios como ahora. El costo de vida y los bajos salarios no ayudan para que los jóvenes tengan una capacidad adquisitiva aceptable.
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