Al parecer el olvido en internet sí existe, incluso se puede pagar por ello. Varias compañías, como es el caso de Eliminalia ofrecen a los usuarios borrar su rastro en el mundo digital.
«Eliminamos tu pasado y te ayudamos en tu futuro. Borramos datos e información de Internet y garantizamos el derecho al olvido», reza el eslogan de Eliminalia. Este catálogo de servicios aterrizó en el momento preciso en Colombia para políticos corruptos, narcotraficantes, malos cirujanos plásticos, entre otros.
Fue creada en 2013 por el barcelonés Diego Sánchez. Ha sido muy solicitada en países de la región como México, Argentina, Ecuador y República Dominicana, logrando tener influencias en las elecciones políticas.
Eliminalia ha trabajado con campañas en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Chocó, por una suma de alrededor COP $400 millones para poder manipular información de usuarios de redes.
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Colombianos que han hecho uso de Eliminalia
A pesar que el derecho al olvido digital no existe en Colombia, al menos 40 colombianos han pagado con la intención de hacer borrón en internet. Un ejemplo es el caso de Germán Trujillo Manrique, esposo de la exgobernadora del Huila Cielo González, quien pagó casi 10 millones de pesos por borrar artículos de internet, sobre la plata que se robó para alimentar niños de colegios públicos en Santander.
Mauricio Botero Restrepo, empresario que coleccionaba megacontratos, pagó más de $125 millones de pesos para borrar 60 links, como un reportaje de El Tiempo que contaba que, según un testigo, Botero financiaba campañas políticas en Armenia y Santander para ganar contratos de manera irregular.
Otro cliente de Eliminalia es Francisco Sales Puccini, cirujano plástico denunciado por varias mujeres. Le pagó a la empresa unos $23 millones de pesos por borrar o esconder 50 publicaciones.
Otra clientela que no puede faltar son los narcotraficantes. Al menos diez de ellos han pagado por estos servicios. Un caso es el de Jorge Sánchez Vidal, capturado en 1999 por traer dinero de México procedente de exportar cocaína, que buscó eliminar 23 páginas con datos sobre su captura y extradición.
El método que utiliza Eliminalia para bajar estas publicaciones de internet es asustar: envía correos a los medios de comunicación con argumentos jurídicos para intimidar, aparentando ser una autoridad pública europea. O utiliza medios falsos para eliminar las notas publicadas.
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