Un cliente de Rappi esperaba su pizza, mientras la aplicación le indicaba que su rappitendero estaba en camino, pasaron varios minutos y el trabajador de Rappi nunca se movía del mismo punto.
¿Qué estará pasando, por qué el rappitendero no se mueve?, el cliente enojado se comunicó con la empresa de domicilios, pero nunca hubo respuesta.
Pasaban los minutos y la pizza que estaba en camino ya estaba perdiendo su temperatura, o sea, cada minuto la pizza se volvía más fría.
El cliente escribió al chat del rappitendero para encontrar respuestas, luego de unos minutos respondió por qué estaba retrasado.
“buenas noches ya voy en camino, que pena la demora, es que los policías me tenían parados”, afirmó el rappitendero.
En esta ocasión no fue culpa de Rappi, los policías colombianos pararon a un rappitendero que estaba plenamente identificado.
Al final la pizza llegó fría por culpa de los policías y los comensales indicaron “hasta en cosas tan sencillas, la policía nos afecta”.
Por último, el rappitendero se disculpó con el cliente enojado indicando que esta situación se le salió de las manos.
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