Patricia Acosta, la primera esposa y musa de inspiración de Diomedes Díaz, ha roto su silencio de una manera contundente y sin filtros. Acosta desveló las profundas tensiones familiares, las advertencias que hizo a sus hijos Rafael Santos y al fallecido Martín Elías Díaz, y la verdadera razón que dinamitó su relación con el ídolo vallenato.
Sus declaraciones, cargadas de dolor y firmeza, se centran en los hijos extramatrimoniales del cantante, a quienes se refiere sin rodeos como ‘los hijos de la calle’, un término que ha generado un intenso debate entre los seguidores del artista.
Patricia Acosta, afirmó ser el amor de Diomedes
Las palabras de Patricia Acosta resuenan con la fuerza de una profecía autocumplida. En el clip, relata con vehemencia las conversaciones que sostuvo con su hijo.
«Le dije yo a Rafael Santos: deja a sus hijos de la calle quietos. Usted tenga cuidado con Chu, con Lucho y con su mamá. Usted no tiene más a nadie», afirmó, sugiriendo que el «problemón» que enfrentó su primogénito con Betsy Liliana, la segunda esposa del Cacique, es consecuencia directa de haber ignorado su consejo.
Sin embargo, el testimonio más escalofriante es el que involucra a Martín Elías. Acosta narra una conversación en la que, sintiendo la desobediencia de su hijo, le lanzó una sentencia premonitoria. «Le dije hijo, tu papá nunca en la vida va a tocar en Semana Santa. ¿No lo entiendes? No me quieres prestar atención, pero te vas y tú no regresas más. Si tú no me escuchas a mí, le vas a escuchar a Dios. Y así fue», sentenció con la voz quebrada.
Para ella, la trágica muerte del joven artista fue una consecuencia divina por no haber obedecido, un dolor que, asegura, solo ella puede comprender en su real dimensión. «A este pecho es que le duele su hijo, a más nadie. Pero lo enseñé que tenía que ser caso, obedecer y respetar», agregó.
La raíz de su advertencia, según explica, proviene de la convicción de que los hijos de otras relaciones nunca quisieron genuinamente a los herederos de su matrimonio.
Acosta argumenta que estos «muchachos de la calle», como insiste en llamarlos, crecieron con el resentimiento inculcado por sus madres, quienes anhelaban el lugar que ella ocupó. «Ellos no lo quieren a usted», asegura que les decía a sus hijos, evocando supuestas conversaciones donde las otras mujeres de Diomedes justificaban por qué el cantante nunca les ofreció matrimonio.
«Le dice Rosa Elvira a Berta: ‘¿Mami, por qué no se casó con mi Diomedes?’ Porque él nunca se enamoró de mí… A él le gustó, fue ella (Patricia)». Con estos relatos, Acosta no solo defiende su posición como el gran amor del Cacique, sino que también pinta un panorama de intrigas y celos que, en su opinión, envenenaron el entorno familiar.
El relato de Acosta también desmitifica la creencia popular de que las infidelidades de Diomedes fueron la causa de su separación. Aunque reconoce que otras mujeres «se metieron en el matrimonio e iban a acabármelo», asegura que el punto de quiebre fue otro.
«Y no me lo acabaron. A mí me lo acabó Diomedes con la jodia esa», expresó, haciendo una clara alusión a la adicción a las drogas que consumió al cantante durante años.
Fue ese el día en que tomó una decisión radical de dejarlo. «Me le fui para Bogotá sin dar explicación… Y hasta el sol de hoy me estaba esperando», concluyó, rememorando el final de una historia de tres décadas que marcó para siempre la música vallenata.
Redacción Tendencias Pluralidad Z.
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