Aida Victoria y Westcol decidieron darse una segunda oportunidad en el amor, tras enfrentarse por líos de dinero de los proyectos que realizaban en conjunto en sus plataformas digitales.
Los rumores de su reconciliación iniciaron tras conocerse que el antioqueño viajó a Barranquilla para celebrar Navidad junto a Aida Victoria. Westcol publicó una fotografía donde se puede observar que está abrazando a la costeña, al mismo tiempo que le da un beso en la mejilla.
Aida Victoria regresó con Westcol
Como era de esperarse, la publicación dejó impactado a sus seguidores y detractores que no dudaron en preguntar qué había pasado entre los dos. Ante las especulaciones, Aida Victoria decidió compartir el “chisme completo”.
A través de la dinámica de preguntas de Instagram, la barranquillera reveló que la primera vez que fueron novios, Westcol era poco detallista a diferencia de ella que se desvivía por hacerlo sentir bien.
“Tú sabes que yo salí con West hace un año, duramos como desde octubre hasta mediados de diciembre, y él siempre como persona me ha encantado, pero West no era un hombre detallista, no era un hombre entregado, no era un hombre como de darte así esa atención. Entonces por eso las cosas no funcionaron”, aseguró la influencer.
A pesar de que la ruptura inicialmente fue amigable, todo cambió cuando el creador de contenido exhibió públicamente a Aida, quien no se quedó callada ante las acusaciones.
Tiempo después, las cosas se arreglaron cuando Westcol reaccionó a una historia de Aída. Ambos se disculparon y, por primera vez, hablaron del fracaso de su relación.
“Por primera vez desde que nosotros habíamos cortado las cosas, hablamos de por qué nuestra relación no había funcionado y él me dijo la Aida que tú fuiste conmigo es mi Aida favorita, creo que fuiste tú mejor versión conmigo y yo no valoré eso.
Mira, yo me he jalado a llorar porque a mí me dolió, si me entiendes se siente feo cuando uno dice, hijo de puta hice las cosas bien, di todo de mí, marica, y este más le valió culo”, agregó la joven.
No obstante, el también empresario cambió su actitud y empezó a sorprenderla con algunos detalles que para ella han sido importantes: “Me invitó a aprender velitas de amigos, me mandaba a recoger al aeropuerto; me regaló un oso tamaño industrial y puso a mi disposición gente que trabaja con él para que me ayudara con la mudanza”.
La joven concluyó con un contundente mensaje que sorprendió a más de uno: “Te juro que si no funciona esta vez, no vuelvo a creer en los hombres”.
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