
El escenario parecía perfecto para una velada de aplausos y reconocimientos entre amigos. El expresidente Iván Duque, acompañado de su esposa, María Juliana Ruiz, no escatimó en halagos hacia el economista Alberto Bernal durante el lanzamiento de su libro Cero Demagogia. Sin embargo, lo que pretendía ser un espaldarazo intelectual se convirtió rápidamente en el epicentro de una ola de críticas y burlas en el ámbito digital, donde los ciudadanos colombianos demostraron tener una memoria mucho más aguda que la del exmandatario.
«Alberto Bernal ha anticipado grandes crisis y orientado la mirada de inversionistas hacia América Latina y Colombia. Con #CeroDemagogia nos recuerda que los dilemas no son de izquierda o derecha, sino entre demagogos que venden ilusiones y pedagogos que muestran el camino real», trinó Duque con entusiasmo. Pero para miles de colombianos, las palabras del expresidente resonaron con una profunda ironía, pues el historial de Bernal está marcado por un patrón de predicciones económicas y sociales que han resultado ser espectacularmente incorrectas.

Un historial de errores: el dólar que nunca llegó y la economía que no colapsó
El principal argumento de quienes critican a Alberto Bernal radica en sus famosas y fallidas profecías sobre el comportamiento del dólar en Colombia.
Durante la contienda presidencial de 2018, en un claro intento por favorecer la campaña de su hoy amigo Iván Duque, Bernal aseguró con vehemencia que si el entonces candidato del Centro Democrático ganaba las elecciones, la tasa de cambio no superaría la barrera de los 3.000 pesos colombianos.
La realidad, sin embargo, fue un balde de agua fría para sus seguidores: durante el gobierno de Duque, el dólar no solo superó esa cifra, sino que escaló hasta rozar los $4.000 pesos entre 2020 y 2021, influenciado por la pandemia y otros factores globales que el economista pareció ignorar.
Este error de cálculo no fue un desliz aislado. Figuras políticas como el senador Armando Benedetti se lo recordaron en repetidas ocasiones, acusándolo de «nunca haber acertado» en sus pronósticos sobre la divisa. Incluso, se le llegó a apodar en redes sociales como el «profeta del dólar a $10.000» si Gustavo Petro llegaba a la presidencia, una hipérbole de sus vaticinios catastrofistas que, aunque no se materializó en esa magnitud, sí reflejaba su tendencia a lanzar cifras alarmistas que terminaban por no cumplirse. Su sesgo político, según sus detractores, nublaba su capacidad de análisis objetivo.
La lista de desaciertos no se detiene en las fronteras colombianas. Durante el gobierno de Mauricio Macri en Argentina, Bernal proyectó con similar confianza que el peso argentino no superaría las 15 unidades por dólar. La historia económica del país austral cuenta un final muy diferente: la moneda se devaluó estrepitosamente, alcanzando los 45 pesos por dólar en 2019. Un error de más del 200% que le ganó el calificativo de «profeta de la contrariedad» en medios especializados, que lo acusaron de realizar análisis sesgados pro-mercado, ignorando la volatilidad inflacionaria y las complejidades estructurales de la economía argentina.

Predicciones de Alberto Bernal que desafiaron la ciencia
Quizás una de sus predicciones más recordadas y peligrosas fue su incursión en el campo de la epidemiología durante los primeros días de la pandemia de COVID-19. En marzo de 2020, cuando el mundo contenía la respiración ante un virus desconocido, Bernal afirmó con ligereza en redes sociales y medios que el coronavirus «no llegaría a Miami» porque, según su particular teoría, «a 25-27 grados se muere el bicho».
Esta afirmación no solo carecía de cualquier sustento científico, sino que fue desmentida de forma trágica por la realidad. En los meses siguientes, el estado de Florida se convirtió en uno de los focos de la pandemia en Estados Unidos, registrando más de 135.000 casos y 2.000 muertes en un corto periodo.
Su predicción se viralizó como un «desacierto épico», un ejemplo doloroso de cómo la desinformación puede tener consecuencias reales y un recordatorio de su tendencia a subestimar fenómenos complejos.
Más recientemente, con la llegada de Gustavo Petro al poder, Bernal anticipó un «decrecimiento» catastrófico para Colombia en 2022. Una vez más, los datos oficiales contradijeron su pronóstico: a pesar de los desafíos globales y la incertidumbre interna, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un sorprendente 7.3% ese año.

El elogio de Iván Duque a un personaje cuyo historial está plagado de errores tan notorios no solo resulta desconcertante, sino que alimenta la percepción de una élite política y económica que vive en una burbuja, validándose mutuamente sin importar cuán desconectados estén de la realidad del ciudadano de a pie.
Mientras Duque ve en Bernal a un «pedagogo», miles de colombianos ven a un demagogo cuyas ilusiones fallidas han quedado registradas en la hemeroteca y, sobre todo, en la memoria colectiva.
Alberto Bernal ha anticipado grandes crisis y orientado la mirada de inversionistas hacia América Latina y Colombia. Con #CeroDemagogia nos recuerda que los dilemas no son de izquierda o derecha, sino entre demagogos que venden ilusiones y pedagogos que muestran el camino real. pic.twitter.com/IJS11b5Qjr
— Iván Duque(@IvanDuque) September 12, 2025
Redacción Política Pluralidad Z.
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