Sin haberse aprobado la reforma pensional, el presidente Gustavo Petro anunció que los adultos mayores de 80 años en situación de extrema pobreza serán beneficiados con una pensión cercana al 18% de una pensión oficial.
En el marco del Congreso Nacional de Municipios, donde participan alcaldes y alcaldesas del país, el mandatario aseguró que cumpliría con el programa del bono pensional que prometió en campaña.
Bono pensional de $225 mil pesos
“Nosotros vamos a comenzar este programa aún sin la ley, para mayores de 80 años porque nos alcanzan los recursos hasta ahí; todo anciano, anciana, mayor de 80 años sin pensión va a recibir una pensión del gobierno colombiano”, aseguró el jefe de Estado.
El presidente Petro también expresó el deseo de reducir la edad de elegibilidad para comenzar a recibir la pensión a 75 o incluso 72 años, pero destacó que esto sería posible solo si se implementa la reforma pensional.
“Quisiéramos bajar la edad para comenzar en 75 o en 72 años, pero no nos alcanza el dinero si no se hace la reforma pensional”, agregó el mandatario colombiano.
Asimismo, solicitó el apoyo de los alcaldes y alcaldesas del país para profundizar el programa e intentar extender el beneficio a aquellos de 79 y 78 años mediante el bono pensional.
“Es una propuesta para hacerlo con el FONPET (Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales), si nos ponemos de acuerdo, porque los recursos del FONPET son de ustedes, guardados en un arca del gobierno nacional por virtud de las normas y las leyes”, recalcó.
Johana Cubillos, directora de Transferencias Monetarias en el Departamento Prosperidad Social, detalló que, mediante el programa Colombia Mayor, los beneficiarios mayores de 80 años experimentarán un aumento en sus asignaciones, pasando de $80.000 a $225.000.
El incremento entrará en vigor durante el quinto ciclo de este año, previsto entre mayo y junio. No obstante, la entidad aún debe confirmar la fecha en las próximas semanas.
Por otra parte, aclaró que presentó la reforma pensional con la intención de redirigir los recursos, asegurando que en lugar de beneficiar al banquero, se destinen para que los adultos mayores puedan contar con una seguridad alimentaria.
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