La Asociación Brasileña de Prensa (ABI) demandará al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro por quitarse el tapabocas cuando dijo que tenía “gripecita”, como él mismo calificaba al COVID-19, en entrevista que puso a los periodistas en riesgo.
La situación se llevó a cabo cuando terminaba la rueda de prensa con los periodistas, y Bolsonaro dio unos pasos atrás para quitarse el tapabocas y decir que está “perfectamente bien”.
“Gracias a todos los que oraron por mí y me dieron fuerza. Los que me criticaron no tienen problema, pueden continuar haciéndolo con tranquilidad”
Periodistas vs Bolsonaro
La demanda será presentada ante la Corte Suprema por poner en riesgo la vida de los periodistas, y aunque el COVID-19 no se transmita por el aire, Bolsonaro debió cumplir con el aislamiento y anunciar que es positivo por otros medios, como los virtuales.
Bolsonaro recibió periodistas de medios de comunicación que considera afines a su política para informar que estaba infectado. Sin embargo, rompió con el aislamiento recomendado por los médicos.
“A pesar de saber que estaba infectado con COVID-19, el presidente Jair Bolsonaro continúa actuando de forma criminal y poniendo en riesgo la vida de otras personas«
– Paulo Jerónimo De Sousa, presidente de la ABI.
Código Penal Brasileño
Para la ABI, el comportamiento de Bolsonaro quebrantó el artículo 131 del Código Penal brasileño que castiga «practicar, con el fin de transmitir a otros una enfermedad grave de la que se está infectado» o «un acto capaz de producir el contagio«.
Lo anterior le costaría al presidente una pena de uno a cuatro años de cárcel con multa por poner en peligro la vida o la salud de los demás.
Asimismo, trasgredió el artículo 132 al «exponer la vida o la salud de otros a un peligro directo e inminente«.
Con la violación de este artículo, Bolsonaro cumpliría en prisión una pena por tres meses a un año, si el hecho no constituye un delito más grave.
En riesgo la salud de todos
El periodismo es una profesión de tomar riesgos para llegar a la verdad o informar sobre un suceso, sin embargo, situaciones como esta, “el país no puede pasar sin reacción ante sucesivos comportamientos que van más allá de la irresponsabilidad y configuran claros delitos contra la salud pública«, amplió De Sousa.
En la rueda de prensa el presidente expuso que está tomando azitromicina e hidroxicloroquina, fármaco que no está científicamente comprobado para tratar el coronavirus, del cual tanto Bolsonaro como Donald Trump, defienden como medicamento seguro.
- Trump cumplió con la salida formal de Estados Unidos en la OMS
Coronavirus en Brasil
Brasil es el epicentro del COVID-19 a nivel mundial, y ahora tiene un presidente que está contagiado y que se mantuvo desconfiado, dando abrazos, saliendo a la calle, prohibiendo el cierre de colegios y otras medidas en contra del confinamiento.
Con una cifra de 1,72 M confirmados y 68.055 muertes por COVID-19, es momento de tomarse en serio la pandemia.