Una de las series más famosas de los años 90 era los años maravillosos. A fines de la década de 1960, Kevin, de doce años, vivía con sus padres, su hermana hippie y su hermano mayor en un típico suburbio estadounidense, se escuchaba mucha radio. Allí experimenta el momento de crecer más allá de los disturbios de ese tiempo.
Por otra parte, Días de radio es una película de 1987 dirigida por Woody Allen que explora sus recuerdos de infancia a través de la música jazz, yo quiero en esta columna recordar los años maravillosos de los días de radio, cuando no estaba Néstor Morales ni el apasionado Julito, aquellos tiempos, donde también quiero destacar el rol de las mujeres que han aportado a la radiodifusión en el país.
Subidos en el titanic, como sumergidos en un turbulento mar y haciendo un recorrido por el periodismo de Colombia y sus protagonistas me encuentro con grandes mujeres y hombres manejando con firmeza el timón de los medios.
Si hablamos de género y retrocedemos en el tiempo en dónde aún me faltaban 20 años para nacer y llegar a este día en donde puedo plasmar estas líneas, es decir; me estoy remontando a un poco más de setenta años atrás, en donde eran contadas las mariposas que, con una grabadora, micrófono en mano salían a las calles en su papel de reporteras en busca de noticias que luego redactaban en máquinas de escribir y que eran leídas en periódicos y escuchadas en emisoras en nuestro país.
En contraste con el trabajo que vienen realizando los hombres, hoy vemos una incursión femenina en sets de televisión, estudios de grabación, salas de edición de importantes periódicos y revistas, los matices de su voz también se escuchan en estaciones de radio, en los medios alternativos, las redes sociales y en la infaltable reportaría impartida en las calles y en lugares inhóspitos como las zonas de guerra.
Para dar una pincelada femenina de este contexto el camino lo abrió Emilia Pardo Umaña, considerada la primera mujer periodista en Colombia quien fuera contratada como reportera de planta en el diario El Espectador en 1934.
Esta senda femenina en el arte del periodismo fue seguida unos años después por Ofelia Uribe Duran, Soledad Acosta de Samper y décadas más tarde llegaron las Cano a el Espectador y las Santos a El tiempo.
Corría el año 1929 y bajo el cielo de Barranquilla nacía la radio en el país y en este acontecimiento brillando con luz propia también ingresaba una mujer María Emma Revollo Samper considerada la primera locutora del país manejando contenido cívico y social usando los micrófonos del programa “la voz de Barranquilla”.
También resalta este paisaje femenino un personaje conocido como “la Supersónica” esta mariposa abrió sus alas para impulsar el rock en español de los años 80´S y 90´S dando la fuerza como un movimiento cultural desde las emisoras Todelar, la Mega, Super Stereo, radio Bolivariana y FM entre otras. María Victoria Trujillo pionera de la radio juvenil.
Aquí también cabe resaltar a quien fuera difusora de la historia de Colombia, cronista, locutora y Podcast, hablamos de Diana Uribe Forero quien durante más de 20 años ha trabajado en la radio, frente a los micrófonos ha llevado a millones de personas fenómenos políticos, culturales, pueblos antiguos y universos lejanos. Desde este arte ha cosechado numerosos libros inmerso en ellos una mezcla de textos y grabaciones de audio creando una fascinante experiencia a su audiencia.
Este recorrido nos muestra la plena sintonía e inclusión de hombres y mujeres en las ondas de la radio. Uno de los tantos significados de su nombre, Indalecio Castellanos es “el mensajero de los dioses”, un hombre que va de historia en historia, que transpira periodismo y quien, por años entre conferencias, escribir y hablar paso del arte periodístico a la literatura y actualmente con su carisma, calidez humana y el inconfundible matiz de su voz, acompaña y conecta a sus seguidores y oyentes en la radio.
El reconocido periodista Boyacense y director de “Al Fin de Semana y La Noche de la Libertad”, programas que se emiten a través de RCN Radio.
En la radio se crean imágenes con palabras, se dibujan historias de vida, se revolucionan las emociones, se proyectan sensaciones, quien hace radio hace magia y eso sucedió en el contexto de la narrativa y en un diálogo muy ameno con la activista social, mujer resiliente, filántropa y defensora de derechos humanos de las mujeres, Indalecio logro sumergir a la audiencia en temas sensibles que invitan a la reflexión, la espiritualidad, el perdón, empoderamiento y la fuerza de las mujeres inquebrantables como un propósito de vida.
Siempre será motivo de gratitud para los medios de comunicación que permitan dar eco a las voces de miles de mariposas en el mundo puedan ser escuchadas, que la revolución por lograr nuestros derechos y las banderas de paz, igualdad y justicia social que ondeamos en cada país junto a las líneas que plasmamos en los cientos de libros escritos por mujeres que buscamos dejar un legado.