Así fue que «Matarife» lo logró | Opinión

No pretendo dar clases de historia, pues no es mi especialidad, simplemente quiero dibujar a la Colombia que Álvaro Uribe Vélez logró cabalgar a punta de artimañas, si, ese mismo que ha “cautivado” miles de adeptos con sus fantásticas historias del castrochavismo, el pre-chavismo y el neo-chavismo.

Desde su llegada a la presidencia de la República de Colombia en el año 2002, supo combinar muy bien el poder de los medios de comunicación, de las instituciones públicas y de los grupos ilegales, como los paramilitares. Para nadie es un secreto los cientos de masacres acontecidas en sus dos tortuosos periodos presidenciales, que convenientemente siempre apuntaban a sectores campesinos, líderes sociales, defensores de Derechos Humanos, además de la desaparición de miles de jóvenes, mal llamados falsos positivos y la constante persecución y espionaje de periodistas que investigaban el actuar gubernamental.

Muchos se preguntan, cómo carajos, ante tantas denuncias por hechos abrumadores y dolorosos, sucedidos en los mandatos de Uribe Vélez, hoy en día siga teniendo “apoyo” y logre curules en el congreso, en las asambleas departamentales, en los concejos municipales, también ponga algunos alcaldes y lo peor del casó logró poner otro presidente a su acomodo.

Pues muchos no han logrado comprender el papel de algunos medios masivos de comunicación, esos que logran moldear la mente de miles de personas y mover masas de acuerdo a los intereses de quienes pagan para beneficiarse de ello, entre ellos RCN, Caracol con sus filiales, entre otros.

Pues he ahí una de las formas de como Álvaro Uribe Vélez logró hacer y deshacer en esta Colombia Duqueniana y su virgen de Chiquinquirá, pues ya no es cuestión de investigaciones, ni de chismes de cafetería, ni rumores en las calles, es evidente la dependencia de algunos medios tradicionales de comunicación con los gobiernos de turno en Colombia.

No sólo hago referencia a las jugosas contrataciones para pautas publicitarias, sino, como algunos periodistas influyentes en esos medios, están evidentemente al servicio del uribismo, hemos sido testigos de los recurrentes shows mediáticos de Vicky Dávila, Luis Carlos Vélez, Carlos Antonio Vélez, salud Hernández, Claudia Gurisatti, Herbin Hoyos, Néstor Morales entre otros, que en ocasiones dan la sensación de enfrentar al poder, pero todo hace parte de estrategias para mantener viva la llama y la supuesta necesidad de las políticas uribistas en la sociedad colombiana.

Por otra parte, Uribe logró convencer a miles de personas, de que su gobierno había sido lo máximo económicamente, sin mencionarles que dejó un déficit fiscal de 21 billones de pesos, superando a su colega Juan Manuel Santos, el cual tuvo un déficit de 14 billones de pesos.

Con todo ese poder mediático, institucional y de coacción en las regiones, con dineros de narcos, financiaciones ilegales, tanto nacionales como extranjeras(Cisneros neo-chavista) y con sus “simpatizantes” alzados en armas, logró poner a Iván Duque como Presidente de Colombia, un personaje que escasamente era conocido por su familia y copartidarios uribistas, debido a su pobre trayectoria política, mejor dicho, un verdadero calentador de silla con votos de su jefe y que, lo que muchos advertían, llegó a instaurar a ese uribismo recargado de aquellas historias dolorosas, donde miles de colombianos padecieron la violencia, el desempleo y una economía inflada por el endeudamiento con los bancos, pues nuevamente Uribe logró su cometido.

Y así sin anestesia, el que dijo y logró poner Uribe, inició su administración cumpliendo el propósito para el cual había sido escogido, tirarse en el proceso de paz con el constante incumplimiento de lo acordado en la Habana, obstaculizar a la Jurisdicción Especial para la Paz(JEP), objetivo trazado por el partido Centro Democrático, joderse también en la vida de los habitantes de la frontera colombo-venezolana, afectando gravemente su economía, seguridad y estabilidad social, otro logro más para Álvaro Uribe Vélez, pues esa supuesta lucha contra el régimen venezolano, sólo tiene tintes ideológicos y el evidente sometimiento de Colombia a los caprichos del gobierno de los Estados Unidos.

Sé que mucho de esto ya se ha dicho y que también quedan asuntos por decir, tampoco pretendo profundizar en la crisis y en el precario manejo del coronavirus, que viene siendo acompañado con un vergonzoso show mediático gubernamental, pues ese es un tema, el cual sin necesidad de analizarlo está llevando al uribismo a su fosa del desprestigio.

Para finalizar, esto que escribo no es porque sea experto en los diferentes temas que se mencionaron, lo escribo porque a diferencia de muchos, no me quedé con la versión de los medios tradicionales, que evidentemente se han lucrado con nuestro débil pensamiento, ni con los discursitos sin sustento real de quienes siempre nos han gobernado. Por eso los invito a consultar diferentes fuentes de información, para formar su propio criterio y no dejarse influenciar de nadie.

Cabe aclarar que para lo anterior, no es necesario un título universitario.