El 11 de julio de 2024 en Bogotá, el Gobierno Nacional y la Agenda Nacional Campesina sellaron un acuerdo trascendental que establecerá las bases para una transformación significativa del campo colombiano, en un día inolvidable para el país.
Luego de tres días de conversaciones productivas, se establecieron 31 puntos importantes que permitirán acelerar la aplicación de la Reforma Agraria y la Reforma Rural Integral.
Un campo más justo y sostenible
El Gobierno del Cambio y el movimiento campesino colombiano comparten una visión común, que es crear un país más justo y equitativo, donde el campo sea el motor de desarrollo y que brinde las herramientas necesarias para mejorar sus condiciones de vida y dignidad a los campesinos. Este acuerdo es un primer paso hacia ese cambio.
Los ministerios de Agricultura y Ambiente serán los encargados de iniciar el proceso de investigación y ejecución de la sustracción de la Ley Segunda para Zonas de Reserva Campesina.
En otras palabras, se modificaría el decreto 1777 de 1996 con el fin de establecer Zonas de Reserva Campesina en zonas de reservas forestales. Esta medida permitirá a los campesinos tener mayor autoridad sobre sus territorios y desarrollar proyectos productivos sostenibles.
Los campesinos serán los principales beneficiarios de la adquisición de tierras por parte de la Agencia Nacional de Tierras, que se ha comprometido a priorizar la entrega de al menos 18.000 hectáreas en 2024, con el fin de garantizar el acceso a la tierra.
A su vez, la Agencia de Desarrollo Rural centrará sus esfuerzos en establecer acciones concretas para dinamizar la economía rural, mediante la ampliación de mercados campesinos, la promoción de la comercialización y el apoyo financiero a proyectos productivos sostenibles de los campesinos beneficiarios de tierras.
Más tierras, más proyectos, más oportunidades
Dentro del acuerdo también existe la implementación de mesas de trabajo por parte del Ministerio del Interior y el Departamento Nacional de Planeación.
Todo esto con el propósito de revisar y el presupuesto y garantizar la financiación de proyectos productivos y agroindustriales que forman parte de la Agenda Nacional Campesina.
Además, se estableció la ruta para la creación de un plan piloto para reemplazar los cultivos de coca en el sur de Bolívar. Esta será definida por la Unidad de Restitución de Tierras, el Ministerio de Justicia y la Dirección de Restitución de Cultivos Ilícitos.
Este logro es el fruto de un trabajo conjunto entre diferentes entidades del Gobierno y organizaciones campesinas, quienes mostraron su compromiso para la construcción de un campo más justo y equitativo. Gracias a este acuerdo, se abre un nuevo capítulo en la historia de la lucha campesina en Colombia.
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