A través de Instagram, una mujer ha denunciado a la Clínica Somer de Rionegro por una presunta negligencia médica en la atención brindada a su bebé.
Según el relato de Laureth Valderrama, Mía estuvo al borde de la muerte en dos ocasiones mientras estaba bajo cuidado en la clínica. El primer incidente ocurrió el 21 de febrero, cuando la encontró en la habitación, sin signos vitales.
¿Clínica Somer de Rionegro culpable?
La madre relató que ese día se ausentó de la habitación para ir a bañarse. Aseguró que mantuvo una vigilancia constante sobre su hija a través de la pared de cristal.
En ese instante, observe que una terapeuta respiratoria estaba presente con su bebé, lo que la tranquilizó.
“Cuando entró a la habitación, la niña estaba sin signos vitales, la niña estaba muerta prácticamente. Yo le pregunté a la terapeuta que qué pasó, porque la niña estaba así y lo que me dicen es que no me preocupe, que la niña está bien. ¿Cómo va a estar bien? Mira, la niña está blanca, está pálida, yo la toco y ella no reacciona”, explicó la mujer.
Sin embargo, no se quedó de brazos cruzados y pidió ayuda a los médicos que se encontraban presentes. Aunque lograron reanimar a Mía, lamentablemente quedó con dos lesiones cerebrales: una en la región occipital y otra en los ganglios basales.
A pesar de la tragedia, la madre encontró poco apoyo por parte de la clínica, que se negó a proporcionarle acceso a las cámaras de seguridad para investigar lo sucedido. Sin embargo, después de intervenir la Fiscalía, se emitió una orden judicial para obtener las grabaciones pertinentes.
La clínica respondió que entregarían los videos al ente acusador y no a ella. “Eso quedó así y la clínica jamás se comunicó conmigo. Todo este tiempo ha sido de martirio, mi bebé ya no es la misma niña de antes. Todo quedó en la nada”, continuó.
La situación volvió a repetirse, cuando la madre encontró a su bebé nuevamente en una situación crítica, con el oxígeno desconectado y saturando en niveles peligrosamente bajos.
A pesar de que la clínica cuenta con sistemas de monitoreo de pacientes, nadie pareció percatarse del peligro inminente en el que se encontraba el menor.
“Ahora le pusieron estas medias en la mano para decirme que ella se desconectó el oxígeno, pero yo sé que no es cierto. Ella quedó con sus manos empuñadas, no las abre fácilmente, para quitarse el oxígeno tiene que jalárselo”, explicó Laureth.
La clínica, hasta el momento, no ha emitido ningún pronunciamiento sobre estos incidentes, por lo que la madre de Mía exige respuestas claras, así como una investigación exhaustiva para determinar los responsables y evitar que situaciones como estas vuelvan a repetirse en el futuro.
Lea más: Ciudadanía ya puede denunciar infracciones de tránsito con su celular.
